En principio, cuesta encontrar a gente que crea que la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018 fue previsible. A ello contribuyeron las caídas tempraneras de grandes selecciones, varios accesos insospechados a las últimas rondas y unas cuantas campanadas importantes.

Sin embargo, en muchos aspectos, eso es exactamente lo que fue: previsible. Como prueba, te ofrecemos algunas de las tendencias que, sorprendentemente, parecen empeñadas en persistir en los Mundiales, como volvió a quedar patente a lo largo de 31 días de emoción.

En cambio, otras pautas muy trilladas por fin llegaron a su conclusión, para gran alivio de un par de selecciones.

Conoce alguna de ellas:

LA HISTORIA SE REPITE

Otro adiós tempranero de una vigente campeona europea

Aunque suene increíble, la eliminación prematura de Alemania en Rusia –si nos atenemos a la historia reciente– tuvo bastante de previsible. Y es que, desde que arrancó el nuevo milenio, ninguna defensora del título europea ha superado la fase de grupos.

Una vez es una sorpresa, dos es una campanada mayúscula, ¿pero cuatro veces? Hace 20 años habría resultado totalmente inconcebible.

Francia (campeona en 1998), Italia (2006), España (2010) y Alemania (2014) se estrellaron a las primeras de cambio en sus intentos por revalidar el cetro mundialista.

Argentina vuelve a atormentar a Nigeria

Sin duda, cuando el sorteo encuadró en el mismo grupo a la Albiceleste y a las Súper Águilas el pasado diciembre, a los aficionados argentinos les trajo recuerdos muy gratos ese emparejamiento, que últimamente se ha convertido en toda una tradición. Desde que los nigerianos hicieron su debut en un Mundial en Estados Unidos 1994, sólo en una de sus 6 participaciones no han tenido que enfrentarse a la prestigiosa selección sudamericana, que ha salido victoriosa en todos y cada uno de sus duelos.

Eso sí, los 5 enfrentamientos se han decidido por un solo gol de ventaja, aunque Nigeria únicamente llegó a estar por delante en el marcador en su primer enfrentamiento de 1994. Y la derrota por 2-1 de este año añadió otro aspecto doloroso recurrente, ya que Marcos Rojo marcó el gol de la victoria por segundo Mundial seguido.

México, atascada en el cuarto obstáculo

La trayectoria reciente que presenta El Tri en los Mundiales resulta envidiable a la par que exasperante. Desde que se clasificó para Estados Unidos 1994 hasta Rusia 2018, México ha encadenado su séptima presencia consecutiva en una fase final, con lo que sólo otras seis naciones han logrado una racha más larga de participaciones en la historia del certamen. Además, los mexicanos han superado la fase de grupos en esas siete ediciones, así que sólo Brasil mantiene actualmente una racha mejor en ese aspecto.

Sin embargo, ahí es donde concluye siempre su andadura, en los octavos de final. Este año, la frustración de México continuó al caer por 2-0 en Samara ante la Seleção, lo que supone que el quinto partido le seguirá siendo esquivo durante al menos cuatro años más.

Los sudamericanos lo pasan mal en Europa

La eliminación de Brasil y Uruguay en los cuartos de final confirmó que éste iba a ser otro viaje a Europa infructuoso para las selecciones sudamericanas. Se cumplen ya 60 años desde su último triunfo en un Mundial celebrado en el Viejo Continente. Descubre más detalles en nuestra Visual Story.

MALDICIONES CONJURADAS

Croacia al fin respira en una eliminatoria

La presión de estar a la altura del heroico equipo de 1998 llevaba tiempo pesando mucho sobre los hombros de los internacionales croatas. Mientras que en los Mundiales no habían logrado superar la fase de grupos desde entonces, en las dos Eurocopas que sí lo hicieron (2008 y 2016), dejaron pasar la oportunidad de ganar un partido de la segunda fase.

Esas dificultades amenazaban con convertirse en un complejo enfermizo para Croacia; en especial para sus carismáticos centrocampistas Luka Modric e Ivan Rakitic, que en la Eurocopa 2008 fallaron sus lanzamientos en la tanda de penales contra Turquía. Por eso, imponerse en octavos a Dinamarca, y además en los penales, supuso un alivio y una verdadera catarsis. Y más después de que Modric hubiera fallado una pena máxima a escasos minutos del final de la prórroga.

Inglaterra rompe su gafe de los penales

Hablando de catarsis, el seleccionador inglés Gareth Southgate pareció liberarse de sus demonios emocionales con un rugido triunfal después de que los Tres Leones ganasen su propia tanda de penales en octavos de final contra Colombia. Tras haber perdido sus tres anteriores duelos desde los 11 metros en los Mundiales, y haber ganado sólo uno de los seis entablados en total en grandes campeonatos, la opinión generalizada era ésta: Inglaterra no sabe lanzar penales.

El propio Southgate había fallado uno crucial en la semifinal de la Eurocopa 1996, por lo que pocos estaban más contentos que él cuando Eric Dier convirtió el lanzamiento decisivo que acabó con esa persistente tendencia.