Bolivia bailó con la más fea. En un inicio de Eliminatorias en la que casi ninguna Selección pudo demostrar un buen fútbol, tuvo que enfrentar a un equipo ya consolidado para que el, pareció, los meses no pasaron y sigue con el mismo ritmo con el que ganó la Copa América el 2019.

Por eso, la Verde nunca pudo meterse en el partido. Con un equipo casi por completo renovado, con varios jugadores que hicieron soñar en el Sudamericano Sub-23, nunca pudo hacer frente a un Brasil inspirado.

De hecho, ya en los primeros tres minutos la Canarinha tuvo dos inmejorables chances para abrir el marcador, pero le faltó la puntería.

Minuto que pasaba, minuto que la defensa boliviana sufría y, por eso, a los 16 minutos ya vio caer su arco por primera vez. Un eterno problema del fútbol boliviano es el no saber defender la pelota aérea y hoy se volvió a evidenciar.

Un centro lejano encontró solo a Marquinhos, que con un buen cabezazo marcó el primero.

A pesar de estar un gol abajo, la Verde – que hoy vistió de blanco- no conseguía salir de su lado del campo y prácticamente no lograba completar más de dos pasos seguidos.

Así, a nadie le sorprendió que Brasil anote el segundo, y fue gracias a Firmino a los 30. Así terminó el primer tiempo.

La etapa complementaria no sufrió cambios. Brasil siguió dominando el encuentro a voluntad y Bolivia solo atinaba a defenderse.

La barrera Verde, sin embargo, no tardó en volver a caer. A los 49, Brasil logró armar una jugada rápida que terminó con otro gol de Firmino, el delantero del Liverpool que se cansó de ‘comer’ la espalda a la defensa boliviana.

Tras el tercer gol brasileño, se produjo la mejor y única jugada ofensiva de Bolivia en todo el partido, Bruno Miranda recibió el balón al borde área y sacó un buen remate que obligó a que el arquero brasileño extremara esfuerzos para mandar el balón al tiro de esquina.

Fue un espejismo. Pues Brasil volvió a pisar el acelerador y a los 66 encontró el cuarto tanto, esta vez gracias a un autogol de José María Carrasco, a quien el balón rebotó tras un centro de Coutinho. Fue el mismo jugador del Barcelona que marcaría el quinto tanto, ya a los 73 minutos.

Ya con la ventaja, casi toda Brasil levantó el pie del acelerador, excepto por Neymar. El astro brasileño se cansó de buscar su gol, pero entre su mala puntería y alguna atajada de un desconocido Carlos Lampe le impidieron entonar el grito sagrado.

Así, la Bolivia de Farías recibió un duro cachetazo en su debut eliminatorio, pero deberá levantar la cabeza y cambiar la página rápidamente, pues ya el martes recibirá a Argentina en La Paz, un templo que, si se quiere clasificar al Mundial, no debe ser vulnerado.