Los jugadores del Borussia Dortmund, tal vez aún afectados aún por el impacto del atentado al bus en el que se desplazaban el martes al estadio, salieron al campo con ganas pero con nervios. En los primeros minutos fueron desacertados en los cierres y hasta el minuto 10 se acercaron por primera vez al arco rival, un remate desviado de Aubameyang.