Representantes de los gobiernos de Cuba y EEUU se reunieron en la quinta sesión celebrada en La Habana para impulsar las nuevas relaciones, Josefina Vidal, quien encabeza la parte cubana en las negociaciones con Washington, subrayó que su país busca "construir vínculos beneficiosos, sobre la base del respeto mutuo y sin abandonar principios que rigen la actuación de la nación caribeña”.

La Directora General de Estados Unidos en el Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex) anunció además "avances" en el deshielo desde agosto de 2015, cuando se inauguró la comisión, y divulgó que las negociaciones serán intensificadas en el lapso que queda antes que el republicano entre en la Casa Blanca el 20 de enero.

Vidal dijo que Cuba espera que la próxima administración estadounidense tenga en cuenta los resultados logrados por el proceso de "normalización" entre las dos naciones que sostuvieron casi 60 años de grave conflicto. Agregó que "la inmensa mayoría del pueblo cubano, de los ciudadanos norteamericanos, y de los cubanoamericanos residentes en Estados Unidos apoyan la continuidad" del proceso.

Incluso en la esfera comercial, el más complejo punto en el "deshielo" porque Estados Unidos aplica aún un embargo contra la isla, se abren cautelosamente más "posibilidades" que según analistas podrían extenderse en la búsqueda de que el diálogo se torne de alguna manera "irreversible".

En una acción paralela a ese anuncio, congresistas de Estados Unidos que apoyan las nuevas relaciones con Cuba y empresarios nacidos en Cuba enviaron una carta a Trump pidiéndole que continúe con la política de acercamiento a la isla. El presidente electo ha anunciado que podría revertir ese proceso.