El expresidente de Ecuador, Rafael Correa, no se presentó a ampliar su declaración sobre los hechos relacionados con el intento de secuestro del político opositor Fernando Balda en 2012, en el que se le acusa de haber autorizado el rapto; su defensa explicó que no existen garantías para el expresidente, pero que se pedirá una nueva fecha para la declaración.

"Se ha realizado el análisis correspondiente y hemos determinado como parte de la defensa técnica que no existen en este momento las garantías adecuadas para que el expresidente Rafael Correa pueda rendir su versión", dijo a la prensa uno de sus abogados, Fernando Molina.

Sin embargo, Molina aclaró que el exmandatario tiene voluntad para colaborar con la investigación, por lo que su defensa está "analizando en las próximas horas presentar un escrito para que se determine dentro del tiempo de la instrucción fiscal nuevo día y nueva hora" para la presencia de Correa ante la justicia.

En detalle, explicó que hay una orden de prisión en contra de Correa, y una alerta roja de Interpol, que "aún está pendiente" para su captura. Aunque su defensa presentó una apelación ante esta medida, está aún está en trámite en instancias judiciales. La orden se emitió porque Correa no se presentó ante la justicia cada 15 días.

Antecedentes

El exjefe de Estado es investigado por el secuestro de Balda luego de que exfuncionarios señalaran que la orden de raptar al político vino del propio Correa. El secuestro ocurrió el 13 de agosto de 2012 en Bogotá, cuando cinco personas lo interceptaron y lo subieron a la fuerza en un automóvil, que horas más tarde fue detenido por la Policía Antisecuestros de Colombia.

El exlegislador opositor se refugiaba en Colombia después de que la justicia de Ecuador emitiera contra él una orden de prisión por atentar contra la seguridad interna del Estado, después de que denunciara que en el Gobierno de Correa se ejecutaban acciones de espionaje en contra de opositores y periodistas.