La Organización Mundial de la Salud (OMS) transmitió, a través de un comunicado, su reconocimiento de los resultados clínicos preliminares de la investigación de la Universidad de Oxford que sugiere el uso de la dexametasona como tratamiento eficaz para algunos de los pacientes más graves de Covid-19.

"Es una buena noticia. Felicito al Gobierno de Reino Unido, la Universidad de Oxford y los numerosos hospitales y pacientes que han contribuido a este avance científico para salvar vidas", manifestó el director de la organización, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien ha reconocido este tratamiento como el primero que "ha demostrado reducir la mortalidad en pacientes con COVID-19 que requieren oxígeno o asistencia respiratoria".

No obstante y a pesar de los alentadores resultados preliminares de este estudio, Tedros transmitió un mensaje de cautela y llamó a mantener "los grandes esfuerzos para prevenir tantas infecciones como sea posible" a través del rastreo y aislamiento de cada caso mientras continúa la búsqueda de un tratamiento para la enfermedad.

Asimismo, la OMS informó además en su nota que espera un "análisis completo de los datos en los próximos días", y ha anunciado que "coordinará un meta análisis para aumentar la comprensión general" acerca del tratamiento de la dexametasona con el objetivo de reflejar en la guía clínica de la organización las directrices sobre el uso de ese medicamento en pacientes de coronavirus.

Ayer, investigadores en Reino Unido aseguraron haber encontrado el que por ahora es el primer tratamiento capaz de evitar muertes por el Covid-19: la dexametasona.

Los responsables del ensayo clínico Recovery, realizado en Reino Unido entre más de 11.000 pacientes, han informado de que este fármaco reduce la mortalidad entre los pacientes muy graves que necesitan respiración asistida y también entre aquellos que necesitan oxígeno. El medicamento no ha demostrado beneficios entre pacientes con una enfermedad de coronavirus más leve.

Según los responsables del estudio la dexametasona puede evitar una de cada ocho muertes entre los pacientes más graves y una vida de cada 25 entre aquellos que reciben oxígeno. Estos resultados son aún preliminares, pero los responsables del trabajo han dicho que los publicarán pronto en una revista científica debidamente revisada por expertos independientes.