La Paz, 22 de agosto (Oxígeno).- El Gobierno del presidente Evo Morales salió este viernes a cuestionar a la Iglesia Católicia por su posición frente a la campaña electoral del oficialismo. Dos ministros del Primer Mandatario dijero que la cúpula de la Iglesia ha iniciado una guerra sucia, como si fuese una organización política que busca votos.

El ministro de Economía y Finanzas Públicas, Luis Arce, advirtió el viernes sobre la transformación gradual de la Iglesia Católica "en un partido político más" dentro de las elecciones presidenciales del próximo 12 de octubre, porque irrumpe seguidamente en debates "que no le corresponden".

  "La Iglesia (Católica) se está convirtiendo en un partido político más en las elecciones al entrar en estos debates que no le corresponden, el Gobierno Nacional no se mete a ver qué se hace con la plata que llega a la Iglesia Católica", remarcó en una rueda de prensa.

Arce se refirió de esa manera, luego que la Conferencia Episcopal de la Iglesia Católica en Bolivia cuestionara la igualdad entre partidos políticos rumbo a los comicios de octubre, por un supuesto mayor gasto del Gobierno Nacional en campañas electorales. 

    El Ministro de Economía aclaró que dentro del Estado boliviano existen "los mecanismos adecuados", como la Contraloría General del Estado y el Órgano Legislativo, para fiscalizar los gastos que realiza el Gobierno Nacional.

Por su parte, la ministra de Comunicación, Amanda Dávila, denunció el viernes que la cúpula de la Iglesia Católica nuevamente hace guerra sucia contra el presidente Evo Morales y el Gobierno, en alusión al comunicado de la Conferencia Episcopal que se refiere a un supuesto uso de los recursos del Estado y desigualdad entre partidos políticos.

"La Iglesia Católica una vez más está haciendo la guerra sucia que siempre ha hecho contra el Presidente Evo Morales y el Gobierno", señaló en entrevista con la Red Patria Nueva.

La autoridad recordó que la cúpula de la Iglesia Católica es un permanente "rival político" que asumió una posición contraria al Gobierno, desde que Morales asumió la presidencia.

"Es un rival político que ha ido trabajando en contra de la políticas públicas, incluso de la nacionalización y las políticas que benefician más al pueblo. Es un rival político portavoz de las estructuras más conservadoras de derecha que han ido en contra de las políticas de inclusión social, de políticas importantes que estamos llevando adelante con nuestro gobierno", argumentó.

En un comunicado leído el jueves en La Paz por el secretario general de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB), monseñor Eugenio Scarpellini, la iglesia dijo que en el caso del partido en función de Gobierno, "se ha venido argumentando un falso dilema entre gestión pública y propaganda política, cuando es evidente que se usan recursos del Estado con una clara intencionalidad de reconocimiento y por consiguiente de prolongación en esferas del poder".