Anatomias
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Victor Hugo Romero
08/04/2015 - 09:37

UN y el síndrome del colgamiento

Cuando Doria Medina habla de Gualberto Villarroel, no pondera los hechos de su gobierno, se refiere estrictamente a su muerte, reproduciendo una consigna social que a lo largo del tiempo se fue asimilando a una sentencia de castigo para aquel sujeto/presidente que no hizo bien las cosas, con el tiempo la historia republicana sentenció a los malos gobernantes como Villarroeles y además utilizó lo sucedido como un recurso extremo de amenaza, no en el sentido del “si no haces bien las cosas”, sino en la lógica del “tienes que hacer las cosas como nosotros queremos que las hagas”, para Samuel “El Presidente colgado” era “malo”.

Más de un ingenuo habrá calificado de absurda la posición del gobierno boliviano al censurar las palabras de Doria Medina, cuando señalaba que en El Alto querían colgar al Presidente Evo como a Villarroel, repasando los hechos históricos, especialmente desde la mirada de los “vencidos”, nos podemos dar cuenta que la situación no es tan metafórica como lo señala el exministro neoliberal.

Para tristeza de los bolivianos y de las nuevas generaciones, aún son mínimas los intentos del Estado boliviano, que buscan enseñar la historia con otros ojos, con una mirada descolonizada principalmente, debido a que la manera en la que nos la cuentan, no es precisamente justa, equilibrada, sino tergiversada, manipulada y hasta sesgada, nos relatan una historia incompleta, siempre desde el punto de vista del ganador, del poder y vale aclarar que el poder lo detentaron los oligarcas, los ricos, los empresarios y los políticos, representados por una casta/élite que consideraba a Bolivia como su finca, en la que los pobres no tenían otro derecho y obligación que seguir enriqueciéndolos, esos millonarios en su mayoría fueron los que escribieron la historia según lo demandaba su conveniencia política y social.

Cuando Doria Medina habla de Gualberto Villarroel, no pondera los hechos de su gobierno, se refiere estrictamente a su muerte, reproduciendo una consigna social que a lo largo del tiempo se fue asimilando a una sentencia de castigo para aquel sujeto/presidente que no hizo bien las cosas, con el tiempo la historia republicana sentenció a los malos gobernantes como Villarroeles y además utilizó lo sucedido como un recurso extremo de amenaza, no en el sentido del “si no haces bien las cosas”, sino en la lógica del “tienes que hacer las cosas como nosotros queremos que las hagas”, para Samuel “El Presidente colgado” era “malo”.

Villarroel en su gobierno hizo muchas cosas que a la larga le costaron la vida, que vistos con ojos del siglo 21, son de los más normales y que en su tiempo fueron condenados, Ergo, es una mirada republicana que Doria Medina quiere ahora reproducir. Gualberto Villarroel fue un héroe de la Guerra del Chaco, en su gobierno permitió a las mujeres votar, abolió la mita y el pongueaje, desde aquel “fatídico momento” los ricos se vieron obligados a pagar a la servidumbre, también convocó al primer Congreso Indígena en La Paz, esta ciudad en la que los indios debían cambiar por la calle junto a los animales, se llenó de campesinos para afrenta de los únicos seres humanos que sí podían hacerlo por la acera, en su condición de sociedad.

Por si fuera poco, se negó regalar nuestros recursos, el estaño a los gringos, porque un país pobre no debería hacerlo, los norteamericanos ante tanto avance político y social no quisieron reconocer su gobierno, era imposible en la década de los cuarenta considerar a los indios sujetos con alma y menos con derechos. La oligarquía minera que se vía afectada por estas medidas, tejió una guerra mediática en contra del presidente, construyeron protestas sociales que lo obligaban a asumir medidas radicales contra la gente, se dice que Villarroel señaló que “no era enemigo de los ricos, pero sí más amigo de los pobres”, desde su visión entendió que el país no podía crecer si no aceptaba a los indios como parte estructural de Bolivia.

Si hacemos las comparaciones con los “hechos del sujeto histórico” que significa Evo Morales, encontramos que los logros políticos, económicos y sociales logrados en el Proceso de Cambio y ahora en la ruta del socialismo comunitario, responden estrictamente a la demanda de las necesidad de los “vencidos”, de aquellos a los que la historia eliminó de sus registró y si los citó, los consideró siempre como una masa amorfa, sin criterio y ni derechos.

Doria Medina, representa para esa vieja historia y la actual, la misma oligarquía que estuvo y está en contra de los avances, que rechaza la incorporación de los sectores olvidados y postergados, que no está de acuerdo con una Bolivia digna y soberana, que proyecta un rechazo a todo logro social, económico y político en el que no se considera la inclusión de los pobres, que en la actualidad no son otra cosas que los indios, la indiada que hoy nos gobierna, razón por la que Samuel y compañía llegan a convertirse en la reencarnación de la rosca minera que colgó a Vilarroel, que busca castigar a Evo y que entiende a todo cambio digno de ser quemado. ///

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