Redacción Oxígeno
15/06/2015 - 19:19

Bolivia va al paraíso con San Quiñonez

El profesor Escalante decía siempre que para triunfar en la vida se requieren “ganas” o sea coraje, o sea con “huevos”. Soria lo entendió y dijo al final de la conferencia de prensa el viernes pasado, luego del empate contra México, que los bolivianos teníamos que “ser valientes”. Bajo un atardecer rojo, las graderías amarillas y el verde del estadio Elías Figueroa de Valparaíso, Bolivia jugó uno de sus mejores partidos, al menos durante el primer tiempo, ya que el segundo bien pudo titularse “las 50 sombras de Soria”.

La celebración de Bolivia en Valparaiso (Foto AFKA)

Valparaiso, 15 de junio (Mané Montalvo para Oxígeno).- El profesor Escalante decía siempre que para triunfar en la vida se requieren “ganas” o sea coraje, o sea con “huevos”. Soria lo entendió y dijo al final de la conferencia de prensa el viernes pasado, luego del empate contra México, que los bolivianos teníamos que “ser valientes”. Bajo un atardecer rojo, las graderías amarillas y el verde del estadio Elías Figueroa de Valparaíso, Bolivia jugó uno de sus mejores partidos, al menos durante el primer tiempo, ya que el segundo bien pudo titularse “las 50 sombras de Soria”. Y si podemos hacer esta crónica con un tono menos oscuro y con la garganta quebrada es gracias a que nuestro guardameta Romel Quiñonez quien es desde hoy “San Quiñonez”, a la usanza del gran Iker.

Luego de una lectura adecuada de los planteamientos de Venezuela a Colombia y de Perú a Brasil, Soria hizo una propuesta inteligente en el primer tiempo. No tenía a Jhasmani Campos (lesionado) y metió a  Lizio, subió a Smedberg-Valencia y bajó un poco a Chumacero. La Verde (vestida con una polera blanca alterna que decididamente trae suerte) jugó su mejor partido de visitante desde aquel empate 1-1 frente a la Argentina en la fecha 3 Eliminatorias al mundial 2014,  logró su primera victoria oficial fuera del país desde el año 1993 (Puerto Ordaz frente a Venezuela por 7 a 1) y la primera en Copa América desde 1997 (cuando triunfó sobre México 3-1 en semifinales del torneo). Victoria fulminante, contundente y con autoridad frente al Ecuador del “Facha” Quinteros. Luego vendría el suspenso.

Empezamos por Romel Quiñonez, quien con la tapada del penalty a Valencia (inventado por un árbitro jamaiquino totalmente extraviado) se consolidó como uno de los mejores porteros de América Latina. Romel, portero de Bolívar, formado en la Academia Tahuichi, mostró una gran madurez futbolística. Chumacero que jugó uno de sus mejores partidos, en un puesto que le conviene más en la Selección en relación a lo que juega en The Strongest. Leonel Morales se consolida como una de las mejores incorporaciones de Soria, quien tomó riesgos enormes en su nómina de 23. Raldes, el gran titán de la defensa abrió la cuenta. Se rumoreaba en la prensa argentina antes del partido el interés de un par de clubes de la Primera. Los bonos del último hombre de Bolivia acaban de subir a la estratósfera…

La historia del “sueco” Smedberg-Valencia es digna de contar. Jugador del Göteborg de Suecia, “descubierto” a sus 31 años, marcó un gol a lo Melgar o Baldivieso, con una calidad impresionante. Es hijo de una boliviana que huyó a Suecia por la persecución de las dictaduras de los ochenta y derramó las lágrimas. Sus bonos también deberían subir en Europa por esa buena actuación.

El tercer gol llegó luego del cobro de la pena máximo por el “Flecheiro” Martins. Marcelo pelea como siempre cada balón aprovechando el gran despliegue físico que tiene, pero tuvo mucha responsabilidad en el gol del descuento ecuatoriano ni bien conseguido el segundo tiempo. Desde ese minuto, Bolivia se complica en la salida, frente la fuerte presión que ejerció el cuadro de Gustavo Quinteros.

Pero si el primer tiempo pareció un sueño, el segundo tiempo se convirtió en una pesadilla. La carroza brillante se convirtió en calabaza. Bolivia sofocada, nerviosa, imprecisa finalmente “Cenicienta” de nuevo, y Ecuador con los quilates de sus jugadores que juegan en la Premier inglesa o la Eerste Divisie de Bélgica. Bolaños marcó el 3-2 a nueve del final y desde ahí se desencadenó el vendaval. Travesaño a los 84. Decididamente otro partido. Salvada de San Quiñonez faltando un minuto de nuevo. Luego otra del portero en el minuto 93. No apto para cardiacos.

Más allá del resultado, Bolivia mostró actitud, ganas y buena disposición táctica de Mauricio Soria en el primer tiempo. Pudimos gritar “¡gol boliviano!”…¡tres veces! Pero la realidad del fútbol boliviano tiene que dejar de ser parecida al segundo tiempo donde volvimos a parecer lentos, irregulares, nerviosos, desordenados y poco prolijos, que a la brillante y espectacular selección boliviana que aplanó a Ecuador en el primer tiempo en Valparaiso. Ecuador es un equipo con jugadores de un tremendo físico que les permite avasallar a rivales como el nuestro, pero son faltos de la técnica que tuvo alguna vez con un Alex Aguinaga. Por suerte para nosotros. Y está claro que la manera de plantear el segundo tiempo dejando que Ecuador nos avasalle es un error del técnico que Soria debe corregir ahora que estamos a la puerta de la segunda ronda.

Al final tuvimos la suerte, la enorme suerte de ver hoy en Playa Ancha, cercana al tan anhelado Océano Pacífico a una gran selección de Bolivia, al menos por 45 minutos más los descuentos. Bolivia Va a al Paraíso, eliminó a Ecuador y ya está casi en cuartos de final de la Copa América. Y al final eso es lo que cuenta, ¡gracias a su gran San Quiñonez!

*Enviado especial de Oxígeno a la Copa América Chile 2015.

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