Cleveland Cavaliers se consagró este domingo campeón de la NBA de básquetbol por primera vez en la historia de la franquicia, después de derrotar como visitante a Golden State Warriors por 93-89, para revertir la serie decisiva y sellarla por un ajustadísimo 4-3, después de ir abajo 1-3. 

El equipo campeón de la Conferencia Este, con un récord de 57 victorias y 25 derrotas en la fase regular, estableció una marca histórica: nunca antes en 70 temporadas un conjunto logró remontar una desventaja semejante en una eliminatoria final.

El astro LeBron James, elegido como el jugador más valioso (MVP), se lució en este séptimo y último partido. James concretó 27 puntos (8-19 en dobles, 1-5 en triples, 8-10 en libres), tomó 11 rebotes, repartió 11 asistencias y propició 3 bloqueos. Un “triple doble” para coronar un título fantástico. 

En el primer tiempo, Golden State ejerció una ligera superioridad, el marcador terminó 49-42 en favor de los Warriors.

Sin embargo, en el tercer cuarto el quinteto visitante metió un parcial 11-0 para pasar al frente por 65-59. El cuarto final fue difícil para ambos. Los dos equipos asomaban cansados por tanto despliegue y empezaron las equivocaciones en el traslado y los lanzamientos tomados de apuro. En ese contexto, James nunca perdió la serenidad y le dio un pequeño plus al equipo visitante. 

Cuando faltaban apenas 53 segundos, Irving clavó el triple que le dio ventaja a Cleveland (92-89). En la siguiente acción, Curry se apuró y desperdició el tiro. El equipo visitante reguló la ventaja, la amplió con un libre de James y gritó campeón por primera vez en su historia