Bolívar se quedó con el clásico 206 de la historia del fútbol profesional boliviano a base de orden, paciencia y, sobre todo eficacia. La fórmula de Beñat San José volvió a funcionar ante un The Strongest que pagó caro su falta de puntería y aún no conoce de victorias ante su tradicional rival en lo que va del 2017.

Fue un partido luchado, trabado y, a momentos, emocionante. Dado su situación en la tabla – Bolívar marchaba tercero y el Tigre cuarto al iniciar la fecha- ambos equipos quisieron hacerse con el control del partido, pero sin éxito.

El Tigre siempre fue el que controló el balón, pero sin ideas ni profundidad para preocupar a Matías Dituro. En cambio, la Academia siempre fue más frontal, buscando abrir los espacios con pelotazos que saquen beneficio de la velocidad de Arce, por la derecha, y Sirino, por la izquierda.

Aún así, la situación más clara del primer tiempo fue para el conjunto de Achumani. Un buen desborde de Chumacero le permitió habilitar a Matías Alonso, quien, con una finta, habilitó a Henry Vaca – el reemplazante del lesionado Escobar-, pero el juvenil no pudo concretar el gol estando sólo frente al portero.

Por eso, el primer tiempo terminaría con el marcador en blanco.

El segundo tiempo mantuvo el mismo libreto que el primero. El Tigre dominando el balón y un Bolívar que esperaba en su campo para salir rápidamente al contragolpe.

Antes de la apertura del marcador, el Tigre tujvo nuevamente una oportunidad inmejorable para ponerse en ventaja. Un centro pasado de Marvin Bejarano fue manoteado por Dituro, pero el balón quedó botando y fue cabeceado por Alejandro Chumacero que, para su mala fortuna, le falló al arco.

En cambio, la eficacia que le faltó al Tigre fue lo que le sobró a un Bolívar que ya ha encontrado la forma de cómo jugar con su clásico rival. La bandas derecha fue por donde sufrió más la defensa atigrada y por ahí llegarían los dos goles celestes. El primero a los 77 minutos gracias a una linda volea de Juan Carlos Arcwe, después de un centro pasado de Gastón Sirino.

La alegría no duraría ni un minuto para los celestes, pues a los 78 llegaría el empate gracias a Rodrigo Vargas. El ‘cuchito’ sólo tuvo que empujar el esférico después de un buen pase de Diego Bejarano.

Después del gol el juego fue a adrenalina pura. Ambos equipos demostraron que querían ir por la victoria pero sin ideas de cómo atacar.

Empero, cuando faltaban tres minutos para el final llegó el gol de la victoria celeste. Riquelme aguantó el balón ante la marca de Gabriel Valverde, medio un taquito para el desborde de Leonel Morales que lanzó un centro pasado que fue empalmado por Juan Eduardo Fierro. El balón chocó en el travesaño, luego en la espalda de vaca y se introdujo en el arco atigrado.

El gol dejó en KO a un The Strongest que hizo los méritos para ganar pero volvió a pagar cara su falta de puntería.

Así Bolívar se quedó con un nuevo clásico y ocupa el segundo lugar de la tabla a tres puntos del líder, Wilstermann, que ayer derrotó a Oriente por 2 goles a 0 con anotaciones de Christian Chávez y Álex Silva.