Argentina volvió a demostrar que es un equipo con Lionel Messi en la cancha y uno muy distinto sin él mejor jugador del mundo en sus filas. Hoy, en una prueba que afrontaba sin su capitán, cayó 4-2 ante Nigeria y volvió a sembrar las dudas respecto a su futuro, sobre todo, en la Copa del Mundo.

Aun así, el partido empezó ‘color de rosa’ para la Albiceleste, que empezó a presionar alto y gracias a la calidad individual de sus jugadores fue dominando el trámite del partido.

Por eso, el primer gol no tardó en llegar y fue obra de Ever Banega, gracias a un tiro libre que tuvo la complicidad del arquero africano. Era merecido, por lo que el equipo de Sampaoli había demostrado hasta ese momento.

Con el gol la Argentina empezó a jugar con mayor tranquilidad y producto de eso llegó el segundo, gracias a una buena jugada colectiva que empezó en los pies del arquero Marchesin, y que llegó hasta los pies de Pavón, que desbordó por la derecha y lanzó un pase raso para que Agüero la empuje y anote el segundo.

Hasta ahí todo iba bien para los de Sampaoli, pero los fantasmas no tardaron en aparecer. Primero, gracias a un excelente tiro libre de Kelechi Iheanacho, quen puso el descuento antes de terminar la etapa inicial.

Ya en el la etapa complementaria, la Albiceleste perdió todo el buen juego que había desarrollado durante los primeros 45 minutos y Nigeria tuvo un aluvión de goles que dieron vuelta el partido, primero gracias a Alex Iwobi (52’m) y  dos minutos después  mediante Brian Idowu (54’).

El DT argentino metió en cancha al Papu Gómez por Lo Celso y a Belluschi por Dybala, pero sin marca en la mitad por la floja tarea de recuperación de Banega, padeció el partido. A los 27, Iwobi le tiró un caño de antología a Mascherano y definió contra un palo. Golazo para el 4-2 que ya no volvió a moverse.