No hubo oportunidad. Bolivia fue ampliamente superada por Argentina en el Hernando Siles de La Paz y terminó goleada por la vigente campeona del mundo (0-3).

Argentina no necesitó de Lionel Messi, que ni siquiera estuvo en el banco de suplentes, y superó de principio a fin una débil selección boliviana, que no demostró nada de fútbol ni tampoco corazón.

Y es que el tema de la altura, siempre comentada por los jugadores argentinos, pasó a segundo plano. En el campo, los albicelestes corrían y tenían más intensidad que los locales y si el resultado no fue mayor fue porque la visita no lo quiso.

En los 90 minutos, Bolivia no generó ni una verdadera ocasión de gol. El ‘Dibu’ Martínez tuvo una de las jornadas más tranquilas de su carrera y la frustración se vio reflejada en un Marcelo Martins que se cansó de ser el único que intentaba cortar la salida argentina.

Además, en el campo se vio la diferencia de jerarquía. Los jugadores del campeón del mundo fueron víctimas de constantes faltas que ganaban solo protegiendo el balón y cuando podían – y querían- rompían a la defensa de la Verde con pases precisos y desbordes precisos.

Así llegó el primero. Un desborde por la derecha volvió a relucir las deficiencias de la defensa boliviana y un centro preciso, y a media altura, fue conectado por Enzo Fernández para anotar el primero a los 31.

El gol hizo que Bolivia se hunda más en su desesperación y por momentos los jugadores no podían ni controlar los pases más sencillos.

Además, Bolivia nunca pudo controlar la mitad de la cancha y ni el tempranero cambio de Villamil por Villarroel cambió ese panorama.

Sobre lo llovido, llegó lo mojado. A los 39, Roberto Fernández fue expulsado por un torpe e innecesaria falta en la mitad del campo y 3 minutos después Argentina aumentó el marcador gracias a un gol de cabeza de Tagliafico, tras un centro frontal.

Así, el segundo tiempo fue un mero trámite para Argentina. Con su jerarquía controló el partido y no se exigió demás ante un rival que no lo exigió en ningún momento.

Eso sí, cuando Di María y Julián Álvarez lo querían complicaban solos a toda la defensa boliviana y cuando el partido lo ameritaba, los campeones del mundo seguían ganando faltas en el medio campo para hacer correr los minutos.

El tercero llegó a los 83. Una serie de errores derivaron en que el balón caiga a los pies de Nicolas Gonzales, quien con un fuerte remate volvió a vencer la resistencia de Guillermo Viscarra.

Amargo inicio de Eliminatorias de Bolivia, que en dos partidos recibió 8 goles (5 en Bélem ante Brasil y 3 en La Paz ante Argentina), solo anotó uno y de entrada empieza a complicarse en las Eliminatorias que, por el número de clasificados, parecen las más accesibles de la historia.