Una bocanada de aire para las arcas de The Strongest. Tras un recurso presentado por su dirigencia, el Tribunal Superior de Apelaciones de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) dispuso reducir su sanción por los bochornos protagonizados por su barra brava, la Ultra Sur, en el partido que se jugó contra Blooming en el Hernando Siles el pasado 4 de agosto.

En primera instancia, el Tigre fue sancionado con la obligación de jugar seis partidos de local sin público y el pago de 75 salarios mínimos (205.250 bolivianos); sin embargo, tras la apelación se decidió que los de Achumani solo jueguen un partido a puertas cerradas – que ya cumplió en el triunfo ante San José- y solo pague 10 salarios mínimos (Bs 27.500).

La información fue confirmada por la dirigencia atigrada a la cabeza de su – cuestionado-presidente, Daniel Terrazas.

El pasado 4 de agoasto, la ‘Ultra Sur’, la barra brava de The Strongest que se ubica en la Curva Sur en cada partido que el Tigre juega de local, atentó contra sus rivales y sus propios jugadores.

Transcurría el tiempo de adición en el partido en el que el Tigre derrotaba a Blooming por 3 a 2 – que fue el resultado final- y ahí se vivieron los vergonzosos y peligrosos momentos.

Y es que los “hinchas” de la barra brava atigrada empezaron a hacer reventar petardos y muchos de ellos empezaron a hacer tanto en el campo de juego como en las propias tribunas.

De manera impensada, los petardos no solo pudieron en peligro a los jugadores de la Academia cruceña, sino que dañaron a los propios jugadores de The Strongest, especialmente el delantero Juan Godoy  - quien había anotado el 3 a 2-. El ariete argentino, de hecho, tuvo que ser reemplazado por quemaduras en la pierna.

Tras el bochorno, la barra brava del Tigre – rechazada por la mayor parte de la hinchada- emitió un comunicado en el que señaló que lanzó petardos para “celebrar” la victoria de su equipo – a pesar de que aún quedaban al menos 5 minutos por jugar- y fue en ese momento que “una de las baterías de los fuegos artificiales se volcó accidentalmente hacia la cancha y ya no fue posible corregir su posición a tiempo”.

“Queremos dejar absolutamente en claro que nunca fue nuestra intención causar daño a ningún jugador, persona del cuerpo técnico ni a los asistentes al estadio”, señaló.