El pepino chorizo está libre tras su desentierro
El carnaval paceño arranca desde este fin de semana, con el alegre despertar del juguetón pepino. Una comitiva encabezada por autoridades de la Alcaldía y la Asociación de Comparsas del Carnaval Paceño, abriró el ataúd en puertas del Cementerio General.

La Paz, 11 de enero (Oxígeno).- La picardía de sus enormes ojos, una respingada nariz y la amplia sonrisa iluminan nuevamente el rostro del tradicional personaje del carnaval paceño: el pepino que este domingo fue desenterrado para alegrar las carnestolendas chukutas.
Centenares de sus adeptos se encargaron de desempolvar sus trajes para acompañarlo por las inmediaciones del Cementerio General desde las 12:00.
De acuerdo a información del Secretario Municipal de Culturas, Javier Escalier Orihuela, la actividad da inicio al programa oficial de la fiesta carnavalera en la Sede de Gobierno. Se trata de un calendario elaborado por el municipio e instituciones que año tras año buscan la participación ciudadana en torno a la singular forma de hacer revivir al querido personaje.
Una comitiva liderada por autoridades municipales “recuperó” al travieso pepino en puertas del camposanto de la zona de Challapampa y de ahí se dirigió hacia la calle Entre Ríos donde se desarrolló el acto central.
Las conocidas viudas del “pepino chorizo sin calzón” resguardaron el cajón en este trayecto como evitando una salida súbita del juguetón héroe que matasuegra en mano, se muestra desenterrado para iniciar las carnestolendas. Ya fuera de su ataúd, el pepino lidera una fiesta popular amenizada por conocidas bandas de música y grupos de ritmos tropicales.
“Es una bonita forma de iniciar la celebración del carnaval en nuestra ciudad, de pasar momentos de distracción reconociendo al pepino como un importante personaje que surgió del imaginario colectivo de los paceños hace muchas décadas. Es interés del alcalde Rocha la recuperación de su protagonismo a fin de evitar la apropiación por otros países. El pepino debe ser un ícono de la identidad de los paceños”, agregó Escalier.
En los últimos años el desentierro se ha convertido en una simpática actividad carnavalera donde el alegre pepino salta de su ataúd para protagonizar una serie de picardías durante los días festivos. Más de un autor le dedicó estrofas en variados ritmos.