“¿Qué busca caserito?, pregunte no más”, es una de las preguntas que más se escucha en la Alasita, feria en la que, particularmente este año, las vendedoras han tenido que aguantar fuertes lluvias, un frío incesante y ver cómo, por las mismas razones, las ventas han caído respecto a años anteriores.

“Ha sido feo, no hemos vendido nada”, lamenta Antonela, vendedora de ‘billetitos’, ‘periodiquitos’, ‘títulitos’ y otras miniaturas.

Ella cuenta que las bajas temperaturas y, sobre todo, las intensas lluvias que han azotado a la ciudad de La Paz han hecho que esta, en particular, sea la Alasita más difícil de los últimos años.

Aún así, y a pesar de todo, Antonela no deja su puesto, ubicado a pocos metros de la entrada principal. Cuando llueve, se ve obligada a cerrar el lugar y esperar que pase el aguacero. “Sino salpica feo, lo arruina”, comenta.

Cuenta que mientras llueve, se ve obligada a quedarse en el interior de su puesto y cuando pasa el aguacero vuelve a abrirlo con esperanza de seguir aumentando sus ventas.

La confianza crecerá, dijo, este domingo, cuando se realice el remate de la feria miniatura. “Ojalá no llueva”, agrega.

Y es que en los tres primeros meses del 2014 en la Paz fueron los que registraron más lluvias en los últimos 20 años, según la Alcaldía de La Paz.

“En 20 años no había llovido lo que ha llovido en una semana, eso es que tenemos datos”, dijo el alcalde de La Paz, Iván Arias, a mediados de febrero.

Las lluvias han caído con tal intensidad que ha generado un estado de emergencia por el desborde de ríos y el rebalse de las represas. Algo impensado a finales del 2023, cuando la alerta radicaba en la escasez del líquido elemento.

Aún así, la Alasita se ha mantenido en pie y 46 días después llegará a su fin, por esta gestión, este domingo 10 de marzo.

En la feria, cerca a la sección de juegos, don José vende autos miniaturas hechos por él mismo.

Los que más llaman la atención del público son el Pumakatari y el Chikititi, varias personas se aproximan a preguntar su precio; sin embargo, a pesar de no estar nada exagerado, muchos deciden seguir su camino con un “en seguida vuelvo”.

Al igual que Antonela, José también ha sido víctima de las lluvias. Cuenta que no es, precisamente, que menos gente fue a la Alasita, pero si redujo su tiempo de visita, imposibilitando poder apreciar toda la feria miniatura y la diversidad que ofrece.

“Mucha gente vino, estaba viendo los modelos y ahí se puso a llover y se van… una pena”, contó.

Incluso, contó que con las lluvias más intensas hubo inundaciones y las aguas golpearon, sobre todo, a las vendedoras de plantas que se colocan en la entrada, pues las aguas se llevaron muchos de sus productos.

José coincidió que las ventas redujeron debido a las lluvias, pero, a pesar de todo,  también expresó su esperanza de que este domingo pueda aprovechar el remate para vender la mayor cantidad de sus creaciones posibles.

No obstante, y a pesar de las lluvias, hay sectores de las Alasitas que no han perdido su popularidad. El sector de juegos y de comidas se mantiene con un buen puñado de gente, aunque, quizás, este año menos que en anteriores.

La lota, claro, se mantiene como el juego más popular y los Apis son una visita infaltable, no solo por el gran sabor, sino por las películas que proyectan. Además, cuentan que en las lluvias, son un buen lugar para resguardarse del agua, y, claro, mantenerse caliente.

Así, a pesar de todo, la Alasita sigue en pie hasta este domingo 10 de marzo, cuando se despida hasta el 2025.

El secretario Municipal de Culturas y Turismo, Rodney Miranda, destacó que este último domingo de feria permitirá a los artesanos liquidar sus productos, ofrecer descuentos, promociones de dos por uno y otras rebajas especiales. “Este domingo será el día en que todos los artesanos liquidarán sus productos, entonces bajan los precios, es una suerte de pugna. También hay liquidaciones, dos por uno, promociones”, señaló Miranda.

Asimismo, instó a la población paceña a aprovechar esta oportunidad para adquirir productos de yeso y artesanías a precios más accesibles. “La idea es que los artesanos puedan ‘rematar’, valga el término, toda la mercadería que no han podido vender durante la Feria de la Alasita”, añadió el secretario.