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Ante cientos de reclusos encerrados en el penal de Palmasola y representantes de otras penitenciarías, el Papa Francisco se mostró humilde y no dudó en abrazar y bendecir a los niños que viven junto a sus padres. "No podía dejar Bolivia sin venir a verlos. Sin dejar de compartir la fe y la esperanza que nace del amor entregado en la cruz. Gracias por recibirme. Sé que se han preparado y rezado por mí", declaró el Pontífice.

Como sucedió en su estadía en Santa Cruz, al este de Bolivia, miles de personas estuvieron pendientes del recorrido del sumo Pontífice y lo esperaron en la puerta del reclusorio para saludarlo y pedir su bendición.

El Papa Francisco llegó hace unos minutos a la cárcel de Palmasola, donde cumplirá su última actividad antes de dirigirse a Paraguay, el último país de su primera gira por Sudamérica. Francisco hablará y escuchará a los reos, entre ellos a representantes de otras penitenciarías, pero los del caso Rózsa, también llamado caso Terrorismo, no podrán verle porque han sido llevados a la sección Chonchocorito.

Pidió a los indígenas, las personas sin techo, los migrantes perseguidos, los desempleados, los niños explotados, las víctimas de la inseguridad, entre muchos otros a que “no se achiquen” para lograr los cambios históricos en el mundo en busca de justicia social.

El mensaje fue dado a conocer ante cientos de delegados internacionales que se dieron cita en el campo de la Expocruz.

Francisco recibió el regaló luego de una reunión de 48 minutos con el Jefe de Estado en Palacio de Gobierno y después de rendir un homenaje a Espinal, quien perdió la vida a manos de paramilitares ante sus cuestionamientos a la violencia política.

En un mensaje que los clericós interrumpían con aplausos, Francisco criticó a los sacerdotes que niegan sus raíces y piensan que pertenecen a una cultura más sofisticada o importante.

Shanon Pérez, artista plástica y gráfica paceña, presentará, desde este 9 de julio, su exposición titulada  “LU PUERTA DI UMBRAL AFRO”, que busca “reivindicar y revalorizar a la mujer afroboliviana”.

Los privados de libertad informaron que la visita del Vicario de Cristo a Bolivia “les da la esperanza para que sus pedidos sean escuchados”.

El periódico digital Oxígeno.bo entrevistó hoy a quien actualmente posee el crucifico original que hizo Espinal, el sacerdote jesuita  Xabier Albó, reconocido investigador social y uno de los jesuitas con mayor arraigo en Bolivia.