El número de muertes por el tornado y las tormentas de granizo que han golpeado la provincia oriental china de Jiangsu ha ascendido a 98, según informaron hoy viernes desde la sede local del operativo de rescate. Unas 800 personas resultaron heridas, según la misma fuente.

Lluvias torrenciales, tormentas de granizo y un tornado azotaron algunas partes de la ciudad de Yancheng, cerca del litoral oriental de China, a las 14:30 de ayer jueves, destruyendo a su paso edificios, árboles, vehículos y postes eléctricos.

La búsqueda de desaparecidos entre los escombros ha terminado, dijo hoy viernes Zhou Xiang, director del cuerpo de bomberos de la provincia de Jiangsu. Las labores de limpieza están en marcha.

Más de 1.300 policías han sido enviados para asistir en los trabajos de rescate y ayudar al traslado de los residentes locales.

El presidente chino, Xi Jinping, ha ordenado destinar todos los recursos posibles a las labores de rescate y que se prioricen las medidas que puedan salvar vidas.

La ciudad de Yancheng ha activado el máximo nivel de su sistema de respuesta por causa de las extremas condiciones meteorológicas.

Los tornados afectan ocasionalmente el este y el sur de China en verano, pero rara vez con esta virulencia. Un desastre parecido se produjo en la ciudad en marzo de 1966.