El presidente del Gobierno catalán, Carles Puigdemont, propuso en el Parlamento autonómico de España que se suspenda los efectos de la declaración de independencia de Cataluña. La sesión despertó gran expectativa porque Puigdemont anunció que declararía la independencia unilateral y el nacimiento de una nueva república, pero retrocedió y planteó un discurso conciliador que plantea el diálogo, pero que asegura no renunciará al derecho de autodeterminación.

"Proponemos que el Parlamento suspenda los efectos de la declaración de independencia para llegar a un diálogo que haga posible llegar a una negociación acordada. Vivimos un momento excepcional. Lejos de ser un tema doméstico, este es un asunto europeo. De mi comparecencia no esperen chantajes ni insultos. El momento es muy serio. Tenemos una necesidad imperiosa de reducir la tensión", expresó

El presidente catalán expresó su voluntad de avanzar por el camino de la democracia y la paz; y se refirió al resultado del 1 de octubre, cuando Cataluña celebró un referéndum de autodeterminación, que se desarrolló con denuncias de violencia policial y 800 heridos.

"Soy muy consciente de que hay mucha gente angustiada y espantada por lo que ha pasado y puede pasar. La violencia gratuita y la decisión de algunas empresas de abandonar Cataluña, algo que no tiene efectos reales sobre nuestra economía, son hechos que admito que han enturbiado el ambiente. A los que tienen miedo les envío un mensaje de tranquilidad y empatía", dijo en su intervención.

Destacó que Cataluña ha contribuido a la consolidación de la democracia española, pero que sus ciudadanos han llegado a la conclusión de que la única forma de mantener el autogobierno es que Cataluña se constituya en un Estado.

"Por eso se han puesto todas las iniciativas en Madrid, se ha pedido diálogo en todos los formatos para celebrar un referéndum como el que se celebró en Escocia, donde ambas partes se comprometieron a respetar el resultado", argumentó.

El presidente subrayó que el pueblo de Cataluña reclama "libertad para poder decidir" y lamentó que la Monarquía no ejerciera su papel mediador en el conflicto y destacó el apoyo al diálogo de ocho premios Nobel y personalidades del todo el mundo.

"No tenemos nada contra España y los españoles, al contrario, nos queremos reentender mejor. La relación no funciona y la situación se ha hecho imposible. Hoy se escucha a Cataluña y se la respeta fuera de nuestras fronteras. El sí a la independencia ha ganado un referéndum bajo una lluvia de porrazos. Las urnas nos dicen sí a la independencia y ese camino voy a transitar", finalizó así su discurso.