Los magistrados de la Corte Suprema de Justicia de El Salvador votaron a favor de pedir al gobierno de Nicaragua la extradición del expresidente Mauricio Funes, su esposa Ada Mitchell Guzmán, y sus dos hijos Diego Roberto Funes Cañas y Carlos Mauricio Funes Velasco.

Es acusado por los delitos de peculado, lavado de dinero y activos y asociaciones ilícitas tras haber supuestamente desviado $351 millones de las arcas del Estado durante su gestión (2009 – 2014).

La decisión judicial será remitida a Cancillería para que gestione la solicitud de extradición con las autoridades de Nicaragua, donde el exmandatario está asilado, junto a su familia desde septiembre de 2016, cuando el presidente Daniel Ortega le concedió asilo político exprés.

Funes escribió en su cuenta de Twitter que la decisión no le sorprende, pero que su extradición no depende de lo que decida la Corte salvadoreña, sino de la decisión que tome Ortega. Sin embargo, hay convenciones o tratados regionales vigentes suscritos por Nicaragua que estarían obligándolo a extraditarlo.

"No me extraña. Como lo dije antes: una CSJ controlada por la derecha era previsible que se pronunciaría a favor de mi extradición. Sin embargo, en la medida que existe un asilo que me protege de esta persecución no es la CSJ la que decide sino el gobierno de Nicaragua", advirtió Funes en su cuenta de Twitter.

Si el gobierno de Nicaragua accede a la petición de extradición hecha por El Salvador, el expresidente enfrentará cuatro procesos penales en el país, entre ellos la Operación Saqueo Público y la Operación Corruptela, en la que se le relaciona con sobornos al exfiscal general, Luis Martínez.