Desembarcaron en el puerto italiano de Lampedusa los 83 migrantes que seguían a bordo del "Open Arms", después que la fiscalía italiana ordenó el desembarco inmediato y la incautación del barco español ante el estado de "máxima urgencia" que se vivía a bordo. Pero el conflucto aún no termina, en principio se debe determinar donde serán llevados los migrantes, además la vicepresidenta española no descartó sancionar al buque porque "no tiene permiso para rescatar" personas.

Antes de emitir la orden, el fiscal de Agrigento (Sicilia), del que depende Lampedusa, Luigi Patronaggio, subió a bordo de la nave española acompañado de varios médicos para verificar el estado de los migrantes y la situación que reinaba a bordo, descrita por la tripulación como desesperada y comprobó la situación despues de 19 días sin permiso para desembarcar.

Pero, a pesar del desembarco, el conflicto sigue abierto. Los cinco países coordinados por la Comisión Europea, España, Francia, Portugal, Luxemburgo y Alemania, aún no se ponen de acuerdo en la distribución de las personas rescatadas. Además, la embarcación de la ONG se enfrenta a sanciones de hasta 900.000 euros por incumplir la prohibición de realizar operaciones de búsqueda y salvamento impuesta por la Marina Mercante española.

 El Open Arms "no tiene permiso para rescatar, lo sabe el capitán del barco", afirmó Carmen Calvo, vicepresidenta española, "tiene licencia para ayuda humanitaria y transporte de víveres y ese es su cometido, esas son las condiciones en las que puede salir y puede operar", añadió.

Además, el partido de extrema derecha, Vox, ha denunciado a la ONG acusándola de "colaborar con el tráfico de personas", "por favorecer la inmigración ilegal y por el uso fraudulento de las leyes del mar". Así lo anunció en su cuenta de twitter, donde directamente se dirigió a Open Arms como "organización criminal".

El Open Arms rescató el 1 de agosto a 55 personas frente a Libia, un día después a otras 69 personas, y el día 10 a 39; pero no se le dio permiso para desembarcar en puertos de Italia y Malta. En los últimos días se permitieron desembarcos de menores de edad y enfermos, quedaron 83 personas a bordo que pudieron tocar tierra este miércoles.