“Los templos aún continúan cerrados hasta el 31 de julio y posteriormente veremos cómo continuamos acompañando esta época en Bolivia. Es verdad que algunos templos hacen celebraciones, pero con personas muy contadas y con todas las medidas de bioseguridad, no nos olvidemos que la eucaristía y que la expresión, la vivencia religiosa es un derecho humano”, aseveró el monseñor Ricardo Centellas, Arzobispo de Sucre.