La noche que los stronguistas no querían que llegue, llegó. Pablo Escobar se despidió oficialmente de la práctica del fútbol profesional y lo hizo de la mejor manera: con 4 goles y un estadio rendido a sus pies.

Fue una noche triste pero soñada para el caudillo aurinegro. El ‘Patrón del gol’ se despachó con cuatro goles en la goleada de The Strongest  (8-0) sobre Blooming.

Fue una fiesta completa. Fue, quizás, el mejor partido del  Tigre en mucho tiempo; Escobar se lució en su último partido con la camiseta aurinegra del club de Achumani y la hinchada tampoco desentonó.

El Siles estuvo lleno en los tres sectores habilitados y los gritos de “Escobar, Escobar” se escucharon continuamente a lo largo de la noche.

Una vez terminado el partido, se desató la fiesta, marcada por el reconocimiento al caudillo stronguista y la tristeza por su despedida.

Fuegos artificiales, banderas especiales y hasta una canción compuesta en su honor marcaron la fiesta.

Ya en su discurso, Escobar insinuó claramente que será el nuevo entrenador aurinegro – información luego confirmado por el Presidente- y pidió el apoyo de la hinchada en su nueva etapa.

Así, Escobar dio por concluida su carrera como futbolista, dejando cinco campeonatos en el Tigre, siendo el goleador histórico del club de Achumani y a punto de empezar una nueva etapa en el club de sus amores.