3 puntos y nada más. Bélgica mostró una cara desconocida y un nivel muy por debajo del esperado, pero hizo gala de su jerarquía y efectividad para derrotar a una combativa Canadá que fue superior durante gran parte del partido.

De hecho, el equipo representante de la Concacaf pudo poner en ventaja de entrada, pero su máxima figura, Alphonso Davies desperdició un tiro penal. Courtois le adivinó la intención y atajó el remate.

Aún así, era solo una muestra de lo que sería el partido. Canadá parecía el candidato y Bélgica el novato. Los de Europa no se sintieron cómodos en ningún momento del partido y fueron abrumados por la velocidad e intensidad canadiense.

Empero, si algo le faltó a Canadá fue contundencia. Siempre amparados en su velocidad y resistencia, lograron imponer una presión alta que logró generar más de una jugada de peligro, pero nunca tuvieron puntería.

Prueba de ello es que el equipo americano terminó el partido con 22 remates, pero solo 3 tuvieron dirección de portería.

Bélgica, en cambio, aprovechó prácticamente la única ocasión clara de gol que dispuso y fue en el epílogo del primer tiempo.

Transcurría el minuto 44 y Michy Batshuayi aprovechó un pelotazo para ganar en velocidad y, solo frente al arquero, marcar el 1 a 0.

Era injusto por donde se lo vea y eso quedó, aún más, retratado en la segunda parte. Canadá no bajó su ritmo en ningún momento y siguió poniendo en aprietos a uno de los grandes candidatos del torneo.

Empero, el equipo de la Concacaf también confirmó una preocupante falta de gol y a eso se sumó que su máxima figura estuvo con los “botines cambiados”.

Por eso, el segundo tiempo fue intenso, pero sin goles ni cambios en el marcador.

Al final, Bélgica ganó y nada más. Mostró una pobre imagen, pero se pone como líder del grupo F aprovechando el empate entre Croacia y Marruecos (0-0).