La justicia niega la solicitud de libertad para Zúñiga; el excomandante del Ejército seguirá en el penal de El Abra
“El Tribunal ha escuchado los fundamentos del solicitante y ha considerado que los elementos presentados como nuevos no desvirtúan los riesgos procesales previamente establecidos. Por tanto, se ha decidido negar esa solicitud y disponer que el señor Zúñiga se mantenga en condición de detención preventiva”, informó el fiscal Omar Mejillones en conferencia de prensa.

La justicia determinó mantener la detención preventiva del excomandante del Ejército, general Juan José Zúñiga, por su participación en el intento de asonada militar registrado el 26 de junio de 2024.
El Tribunal Sexto de Sentencia de La Paz negó su solicitud de cesación de detención, por lo que continuará privado de libertad en el penal de El Abra, en Cochabamba.
“El Tribunal ha escuchado los fundamentos del solicitante y ha considerado que los elementos presentados como nuevos no desvirtúan los riesgos procesales previamente establecidos. Por tanto, se ha decidido negar esa solicitud y disponer que el señor Zúñiga se mantenga en condición de detención preventiva”, informó el fiscal Omar Mejillones en conferencia de prensa.
El fiscal explicó que la decisión judicial se basó en la persistencia de riesgos procesales contemplados en los artículos 234 y 235 del Código de Procedimiento Penal.
Entre ellos, el peligro de fuga debido a la falta de domicilio acreditado y la posibilidad de que el imputado influya en testigos o destruya evidencia.
“La autoridad jurisdiccional ha considerado concurrente el riesgo procesal establecido en el artículo 234, numeral 2, en relación a la facilidad que tiene para abandonar el país, y el artículo 235, numerales 1 y 2, por el peligro efectivo para las víctimas y la posible obstaculización de la investigación”, detalló Mejillones.
La audiencia virtual se llevó a cabo este miércoles desde las 09:00 y se prolongó por más de dos horas. La defensa de Zúñiga argumentó que el exjefe militar lleva más de un año detenido sin que se haya iniciado el juicio.
Sin embargo, el tribunal consideró que, pese al tiempo transcurrido, persisten los fundamentos que motivaron su detención.
El general Zúñiga fue aprehendido el 29 de junio de 2024, tres días después de encabezar el fallido ingreso militar a la Plaza Murillo.
Actualmente enfrenta cargos por alzamiento armado contra la seguridad del Estado, terrorismo y resoluciones contrarias a la Constitución y las leyes, junto a una treintena de uniformados y civiles.
La abogada del imputado cuestionó la resolución judicial y sostuvo que su defendido esperaba poder enfrentar el proceso en libertad.
“Es una decepción (para Zúñiga), tanto emocional porque la situación de un privado de libertad es lo emocional y se ha creado una expectativa de ver que él pudiese salir y pudiese defenderse en libertad tal cual lo han hecho otras personas que ya gozan de su libertad”, manifestó en declaraciones a radio Éxito.
Zúñiga es considerado por la Fiscalía como uno de los principales articuladores del denominado “Golpe Fallido”. El 12 de mayo de 2025, el Ministerio Público presentó la acusación formal contra 22 personas, entre ellas militares en retiro, oficiales en servicio pasivo y varios civiles. La investigación se encuentra en etapa preparatoria a la espera de la apertura del juicio oral.
La asonada golpista
El 26 de junio, Juan José Zúñiga movilizó a un grupo de militares encapuchados con quienes tomó la plaza Murillo con tanquetas y efectivos con armas de grueso calibre.
En uno de esos blindados estaba Zúñiga, que un día antes fue informado de su relevo, además de Juan Arnez, de la Armada Boliviana, y Marcelo Zegarra, de la Fuerza Aérea Boliviana; sin embargo, este último “había hecho conocer que no estaba de acuerdo” con este accionar, según las investigaciones de la Fiscalía.
El Gobierno afirma que lo ocurrido el 26 de junio fue un fallido intento de Golpe de Estado. Ese día, de hecho, Zúñiga habló de que el Ejército buscaba “recuperar la patria” y habló de formar un nuevo gabinete.
Según las investigaciones incluso tenía preparado un discurso para asumir la presidencia del Estado.
Tras un careo con el excomandante del Ejército, el presidente Luis Arce optó por posesionar a un nuevo alto mando militar, mismo que ordenó el repliegue de las unidades a sus cuarteles, con lo que finalizó los momentos de tensión en el centro político del país.