Con el nombre de “Salvemos el Estadio”, la Sociedad de Ingenieros de Bolivia (SIB) inició una campaña para recaudar fondos y, en primera instancia, realizar estudios básicos y complementarios en el estadio Hernando Siles de La Paz.

El objetivo es profundizar el estudio de los problemas que tiene el estadio miraflorino y, como un siguiente paso, definir un presupuesto para realizar los trabajos necesarios para “salvar” el mítico escenario deportivo, testigo, por ejemplo, del proceso de la clasificación de Bolivia al Mundial de Estados Unidos 1994.

Raúl Daza, presidente de la SIB La Paz, afirmó que se inició la campaña después de evidenciar que la Gobernación de La Paz y el Servicio Departamental de Deportes (Sedede) no cuenta con los recursos necesarios. Se recolectará los recursos en los partidos que se jueguen en el Hernando Siles a partir del que se jugará esta noche, entre Bolívar y San Antonio Bulo Bulo.

Daza, en ese sentido, detalló que se necesitan 60 mil bolivianos para los estudios básicos, sobre todo en la Curva Sur del Estadio.

Sin embargo, los estudios complementarios más el diseño de todo el estadio bordea los 40 mil dólares…

“Ese estudio definiría cuánto costaría las obras de refacción”, añadió.

En mayo de 2025, la SIB realizó una inspección interna al estadio Hernando Siles de La Paz y detectó “problemas estructurales serios” que requieren una rehabilitación de fondo.

En esa oportunidad, Daza informó que la inspección se realizó a solicitud de los mismos atletas y aseguró que hay “fallos estructurales que denota que hace mucho tiempo no se ha hecho un mantenimiento de la estructura”.

“Es necesario hacer una rehabilitación estructural de fondo”, aseveró.

Los resultados de la inspección evidenciaron filtraciones, corrosión del acero de refuerzo con armaduras expuestas, instalaciones eléctricas peligrosas, butacas en mal estado y falta evidente de un mantenimiento preventivo.

Además, señaló que se evidenció un desprendimiento del concreto y se compromete la capa de resistencia.

“Lo más preocupante es que por las filtraciones han causado un desprendimiento del concreto, apreciándose una alta corrosión del acero de refuerzo que compromete la integridad estructural y su capacidad de resistencia. Las armaduras están a la vista. Es urgente realizar un estudio serio y no un maquillaje para reparar el estadio”, remarcó Daza.

Además, lamentó que fruto de los problemas los atletas, de las otras disciplinas deportivas que no son del fútbol, realizan sus actividades en “condiciones deplorables”.