La degradación ética y moral de occidente
Al menos queda claro, frente a otras culturas del mundo, que quiénes se creían el centro del mundo, pues son en realidad el centro del asco mundial, de la hipocresía de alto nivel en las NNUU y de la degradación total respecto de los valores humanos universales.

La civilización occidental guerrerista, tecnológicamente sangrienta, corrupta económicamente; pero y sobre todo con tremendos grados de degradación ética y moral, sólo ha destruido todo lo que ha tocado por el mundo desde el siglo XVI. Las guerras de conquista en Palestina e Irán, demuestran a todas luces ese asco de degradación frente al mundo. Entre muestra de soberbia cavernaria e ignorante, como de soberbia tecnológica que no sirve para nada al mundo, sino a los negocios turbios de los sucios dirigentes democráticamente elegidos en occidente.
Al menos queda claro, frente a otras culturas del mundo, que quiénes se creían el centro del mundo, pues son en realidad el centro del asco mundial, de la hipocresía de alto nivel en las NNUU y de la degradación total respecto de los valores humanos universales.
El mundo tiene que salvarse de esta hecatombe occidental, destructiva, inhumana, con sus sistemas económicos destructivos e inhumanos por donde se vea, desde todas las perspectivas científicas. El mundo tiene que hacer algo frente a cavernarios asesinos en serie, desde oficinas de lujo del norte, donde sus científicos se entrenan sólo para matar y destruir todo lo distinto a ojos de ellos.
Desde hace siglos, el mundo se pregunta el sentido filosófico de la civilización occidental. Su universalización vía colonización e imperialismos, ya dura demasiado tiempo sangriento e injusto. Ciertamente tienen sus pensadores y buenas gentes, que sirven para lavar las consciencias asesinas de occidente. Para encubrir todos los rastros de muerte y crímenes a lo largo del mundo. Esos siglos sangrientos hoy se ven más nítidos y claros, porque su degradación ética y moral como siempre tiene venganza sangrienta: Palestina, Irán, África, etc.
Los dirigentes occidentales, políticos, pensadores y burócratas no sólo son cada vez más mediocres y torpes, sino asesinos en serie y elegidos democráticamente. Es decir, con licencia para matar y destruir todo aquello que no sea igual a ellos, o esclavos de ellos. Afirmaciones que no son nada exageradas, a estas alturas de la historia.
Esos efectos culturales de occidente, vía educación y economía, los hemos tenido también en estos lados del mundo. Racismo, pigmentocracia, marginación de las culturas ancestrales, destrucción del patrimonio y por supuesto gobiernos que sólo imitaban grotescamente a los gobiernos del norte del mundo. Todavía hoy existen mentalidades atrofiadas y ciegas respecto de nuestras realidades, intentando imponer por la fuerza modelos ajenos y extraños a nuestras realidades. Sin investigar o considerar los sentidos comunes de nuestras realidades.
El despertar del mundo no está siendo precisamente en paz, sino viendo las tragedias de las mentalidades guerreras y sangrientas de occidente. Es una toma de consciencia mediante la sangre de millones de inocentes, sacrificados a los Dioses sangrientos de occidente. Ojalá un despertar por fin buscando posibilidades de otras maneras de hacer política, otras maneras de hacer economía y otras maneras de recrear la política. En definitiva, ojalá que el mundo empiece a construir otro tablero de ajedrez en la historia mundial, frente al sanguinario y cavernario sistema político occidental.
Nada tenemos que aprender de occidente, ni siquiera la nostalgia de la filosofía y la ciencia, que al parecer sirven sólo para encubrir las fechorías de los asesinos en serie gobernantes. Nada queda de las lecciones de ética o moral de occidente, sino cadáveres y cementerios de siglos de destrucción y soberbia asesina. Con el mundo contaminado y totalmente destruido por la ambición desmedida de la acumulación al infinito. Realmente nada tenemos que aprender de occidente.
Pero queda como siempre las esperanzas de un nuevo renacer, desde las cenizas de la destrucción occidental. Esperanzas en el multilateralismo mundial, esperanzas en nuevos sistemas económicos menos destructivos y más solidarios. Esperanzas en una nueva ética política, que sea al servicio de las necesidades primarias del mundo. Tenemos que tener esperanzas, recordando siglos de historia destructiva donde millones de seres humanos soñaron en un mundo mejor.
Pero también consolidando maneras de ver más nuestras, menos occidentales violentas, menos economicistas de la depravación medio ambiental. Animando y convenciendo a los destructores en estos lados del mundo, para que tomen consciencia y por fin miren y comprendan que hay otras formas de convivir y compartir las riquezas de estas regiones. Cambiando las mentes imitadoras de ese occidente destructivo y anti humano.
Esperemos que las nuevas generaciones asuman que la herencia que deja occidente, no tiene validez ética y moral. Sólo espejitos brillantes manchadas de sangre, de siglos de masacres y asesinatos en masa en nombre del desarrollo y progreso. Pues sí, eso es occidente y sus jinetes del apocalipsis que cabalgan demasiados siglos destruyendo todo a su paso por el mundo. Destruyendo soberbiamente generaciones enteras engañadas y prostituidas para la muerte y la venganza sin fin.
Esperemos que las nuevas generaciones aprendan del engaño y los espejitos brillantes. Y reconstruyan el espíritu humano junto al medio ambiente, junto a las esperanzas de anteriores siglos de inmensos sacrificios contra la barbarie de occidente.