El expresidente de Brasil será ministro de la Casa Civil, encargada de  coordinar el trabajo de todos los ministerios del Ejecutivo, en este cargo Lula será asesor de la presidenta Rousseff. La información ha sido confirmada por el líder del Partido de los Trabajadores (PT) en el Congreso, Afonso Florence.

El expresidente es investigado por la fiscalía de su país por el caso de corrupción en la empresa petrolera Petrobras, incluso se solicitó prisión preventiva. La presidenta Rousseff criticó el hecho de que fuera retenido e interrogado y manifestó su apoyo a Lula. 

El domingo pasado los brasileños salieron a las calles para protestar contra el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff y los escándalos de corrupción que incluyen al expresidente.

El nombramiento protege a Lula de la investigación de corrupción y de una posible detención. Además, la medida fortalece el gobierno de Rousseff, que está amenazado por el fantasma de la destitución, Lula podría bloquear el juicio político que la oposición impulsa en el Congreso contra Rousseff.

Dilma Rousseff en conferencia de prensa expresó que está “muy feliz” y que él contará “con todo el poder que necesite para trabajar por Brasil”. Ante las acusaciones de que el cargo sirve para proteger a Lula de la investigación por el caso de corrupción de Petrobras, afirmó: “Quien acuse a Lula de esconderse de la justicia es que no confía en el Supremo Tribunal Federal, que es quien le va a juzgar”, añadió. “No se van a tocar las reservas federales y el presidente Lula (ella se refiere a él con el tratamiento protocolario de presidente) siempre ha estado comprometido con la inflación y el equilibrio fiscal”.