El norte de La Paz, Cochabamba, Chuquisaca y Potosí han soportado torrenciales lluvias, persistentes desde fines de febrero, las que  han afectado viviendas, cultivos y caminos. El municipio de Shinahota del trópico de Cochabamba fue declarado como zona de desastre natural por los daños que se registraron durante los últimos días, las riadas afectaron a 60 familias de 18 sindicatos campesinos.

El Senamhi ha emitido una alerta naranja por probables desbordes por incremento en el nivel de los ríos Ichilo, Chapare, Ivirgarzama, Chimoré e isidoro que podrían afectar áreas próximas a las poblaciones de: Puerto Villarroel, Entre Ríos Bulo Bulo, Chimoré, Villa Tunari, Sinahota y comunidades cercanas.

El Gobierno nacional destinó 1,6 millones de dólares para atender a las familias que perdieron sus viviendas y permanecen aisladas por las lluvias que se intensificaron desde finales de febrero. En el primer trimestre de 2017 unas 15.800 familias han sido afectadas por la pérdida de sus viviendas y sus cultivos.

Defensa Civil reportó al menos 17.144 hectáreas de cultivos se han perdido, esto no parece que vaya a parar, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología pronosticó que las lluvias en el occidente continuarán hasta mediados de abril.