Mientras que el Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade), cívicos y algunas organizaciones se congregan en la Ceja de El Alto para marchar hacia la ciudad de La Paz exigiendo la renuncia de los vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y el respeto al 21-F; el Gobierno anunció que se trata de un intento de boicot a las elecciones del próximo 20 de octubre.

Según la convocatoria, la marcha debía arrancar a las 9 de la mañana, pero está aún no ha partido 30 minutos después de la hora fijada.

Entretanto, el ministro de Comunicación, Manuel Canelas, ofreció  una conferencia de prensa para hablar de esa movilización y rechazó “de manera categórica” el intento de "boicot" a los comicios del 20 de octubre por parte de políticos y cívicos de oposición, y afirmó que en los últimos 13 años en Bolivia no hubo fraude tal como esos grupos de derecha pretenden posicionar.

"Como Gobierno rechazamos de manera categórica los intentos de desestabilización y boicot a las elecciones que promueven cívicos y partidos de oposición, somos tajantes con este rechazo", indicó Canelas.

La autoridad advirtió que ese tipo de movilizaciones, tal como sucedió en la ciudad de Santa Cruz, en la que participó gente de Víctor Hugo Cárdenas y Óscar Ortiz, aseguró, terminan en la quema de instalaciones de instituciones encargadas de llevar adelante las elecciones generales.

Consideró que mejor harían esos opositores en concentrar esfuerzos para hacer propuestas políticas y no perjudicar a una instancia electoral que lleva mucho tiempo trabajando sin que exista denuncia y mucho menos prueba de un "fraude".

"En los últimos 12, 13 años no ha existido ninguna denuncia de fraude ni siquiera presentada y menos probada", aseguró.

El ministro señaló que la oposición busca una "coartada" para explicar su incapacidad política, acción que es muy "riesgosa" porque va en contra de una institución electoral y apunta a debilitar la democracia.

Además, cuestionó que la oposición haya esperado a que el TSE desarrolle sus labores con miras a las elecciones, para luego plantear el cambio de vocales, que "no es posible" y no es otra cosa que una "coartada peligrosa" para justificar su "incapacidad política".