El grupo de 480 ciudadanos bolivianos que estaban acampando en la población chilena de Huara, ubicada a 170 kilómetros de la población fronteriza de Pisiga, comenzó a ser trasladado hacia territorio nacional. Unos 13 autobuses apoyan en el operativo.

A las 10:48 arribaron hasta la frontera los tres primeros vehículos contratados por el Ministerio de Defensa. De allí los ciudadanos caminaron hasta el campamento bautizado con el nombre de Tata Santiago.

Los bolivianos, ni bien descendieron de los motorizados, fueron trasladados a unas duchas donde cumplieron con la desinfección. Personal médico trasladó a cada uno de los compatriotas a las carpas de registro en tanto que el personal militar realizó una estricta vigilancia para que personas ajenas no se puedan acercar.

En algunas de las carpas se cuenta con respiración asistida, lo que permitirá realizar un trabajo de control, revisión y contención las 24 horas del día. Por persona, se tiene previsto que los controles de seguridad demorarán al menos 10 minutos.

Un total de 25 carpas (cada una con capacidad para albergar a 10 personas), dentro de las instalaciones de la Aduana Nacional de Bolivia (ANB), en la localidad fronteriza de Pisiga, y con resguardo perimetral militar las 24 horas, se instalaron para albergar a 480 bolivianos, entre varones y mujeres de diversas edades, que permanecerán ahí durante 14 días, según disposiciones internacionales para confirmar o descartar posibles casos de COVID-19.

Según un reporte de Bolivia TV, en estos ambientes se tienen 30 profesionales en salud para recibir y hacer todos los controles a los connacionales que ingresarán por la frontera con Chile.

En las primeras carpas se recibirá a los 480 bolivianos, se les tomará los datos correspondientes y luego de pasar por el tercer control médico (los dos primeros fueron en los puestos de control fronterizo) serán aislados según el género, edad, familia y condición, ya que al menos 12 mujeres estarían embarazadas.

Dependiendo de la condición de cada una se establecerán las acciones para su aislamiento.

Las medidas de bioseguridad se cumplirán al máximo, es así que el personal de salud será cambiado cada ocho horas.

Al respecto, el ministro de Defensa, Luis Fernando López, desde el campamento Tata Santiago, añadió que en este lugar los connacionales recibirán la mejor atención, puesto que se dotaron 120 mil litros de agua potable, baños y el cobijo correspondiente para que estén en las mejores condiciones los 14 días de cuarentena.

“Es un lugar ideal donde estarán protegidos de las inclemencias del tiempo, las condiciones climáticas no afectarán y todo el circuito de seguridad y salud está listo. Los administradores del campo son bolivianos con experiencia internacional y las Fuerzas Armadas estarán a cargo de la seguridad perimetral”, señaló.

Añadió que las mujeres embarazadas serían aisladas en un sector, los adultos mayores en otros, mientras que las familias estarán en otro sector.

“Se cumplieron los controles de salud en migración, acá habrá un tercero e incluso hay un laboratorio para la toma de muestras. Se cuenta con médicos y enfermeras, además de que el trabajo ha sido en equipo”, señaló.

Los compatriotas volverán a sus respectivas regiones después de que cumplan con la cuarentena y los protocolos de bioseguridad.

Mediante su cuenta de Twitter, la presidenta Jeanine Áñez ponderó la instalación del campamento para no dejar abandonados a los bolivianos en la frontera con Chile.

“Para seguridad de ellos y de todos los bolivianos preparamos este lugar aislado, que cumple con los controles médicos y cuidados necesarios para que cumplan la cuarentena. Los esperamos en nuestro país con mucho cariño”, señaló.

// Periódico Bolivia