Con molestia reaccionó el alcalde de Iquique de Chile, Mauricio Soria, ante la llegada de los 650 ciudadanos bolivianos que estuvieron acampando frente al consulado de su país en Providencia. El jefe comunal afirmó que las autoridades centrales no lo consultaron para que los compatriotas bolivianos cumplan su cuarentena en esa región.

“Alguien tendrá que explicar quién coordinó tan rápido los buses para trasladar a estas personas hasta la ciudad, ni siquiera le avisaron al general (jefe de zona), ni al intendente”, se quejó el alcalde ante los gastos en que deberá incurrir el municipio.

Los extranjeros, que fueron trasladados en 14 buses de la empresa Pullman Bus, comenzaron a ser ubicados en el Liceo Bernardo O’Higgins de la capital de Tarapacá, donde deberán recibir atención médica y alimentación en gran número.

En el establecimiento se montó un operativo a cargo de las autoridades sanitarias y del Ejército, en el cual también colaboraron personal de la PDI, Carabineros, de la Municipalidad de Iquique, la Cruz Roja y otras instituciones.

“El intendente de Santiago dice que hay un permiso especial, las personas en viaje ya hay que asumirlas y respetar las ordenes jerárquicas, ya con este problema encima le vamos hacer frente”, indicó Soria.

El traslado de los ciudadanos altiplánicos es parte de una solución alcanzada entre el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Teodoro Ribera, y su homóloga boliviana Karen Longaric.

El canciller chileno indicó que los ciudadanos bolivianos cumplirán cuarentena en Iquique, la cual va a ser financiada por la Organización Internacional de Migraciones, y después serán repatriados por el Gobierno boliviano.