La presidenta transitoria del Estado, Jeanine Añez, se apropió del proceso de “pacificación” que vivió el país, mediante la aprobación y promulgación de la Ley que garantiza elecciones hasta el 18 de octubre, y aseguró que su Gobierno evitó una “guerra civil”.

“Hemos logrado la segunda pacificación de Bolivia ante el reto que buscaba una guerra civil”, aseveró Añez en un acto público.

En pasadas semanas, organizaciones sociales desarrollaron bloqueos de caminos en diferentes regiones del país en demanda de que se garanticen los comicios generales en el país.

Tras 12 días de protestas, finalmente, y tras acercamientos entre el Tribunal Supremo Electoral, el Legislativo y el Ejecutivo – por separado- se viabilizó la elaboración, aprobación y promulgación de una Ley que garantiza que las elecciones serán el 18 de octubre de manera “definitiva, impostergable e inamovible”.

Es así que gracias a la promulgación de la norma, las organizaciones sociales, a la cabeza de la Central Obrera Boliviana (COB), declararon un curto intermedio en sus movilizaciones, hasta el 18 de octubre.

Es decir que el proceso de “pacificación” involucró tanto al Legislativo, al Ejecutivo y al TSE, pero Añez solo mencionó a su Gobierno como los que concretaron ese logro.