La Paz, 8 de enero (Oxígeno).- Soraida Chánez tiene 46 años de edad, es abogada de profesión  y este jueves, luego de ser electa por las urnas en las elecciones judiciales en octubre de 2011, fue destituida de su cargo por 17 votos del Tribunal de Sentencia de la Cámara de Senadores.

Fue procesada junto a sus colegas Gualberto Cusi y Ligia Velásquez, durante 168 días mediante un juicio de responsabilidades, luego de emitir en 2014 un auto constitucional al admitir un recurso de inconstitucionalidad que paralizó la aplicación de la Ley del Notariado impulsada por el gubernamental Movimiento Al Socialismo (MAS). Fue acusada por los delitos de prevaricato y resoluciones contrarias a la Constitución.

El martes por la tarde, Velásquez decidió renunciar a su cargo de magistrada para librarse del proceso. Asumió esa decisión un día después de que su colega Gualberto Cusi fuera separado del juicio por su delicado estado de salud. Así, Chánez fue la única autoridad judicial que se mantuvo firme hasta el final del juicio de responsabilidades.

La abogada aseguró que si hubiera otra oportunidad para ser magistrada “no lo volvería hacer” y recomendó a quienes aspiren a cargos jerárquicos a hacer prevalecer la independencia de poderes.

¿En qué situación deja el cargo?

Me voy con la frente en alto luego de haber demostrado mi inocencia, conocíamos la sentencia,  mi  conciencia está tranquila porque no cometí los delitos por los que se me sentenció. Me voy tranquila porque no soy una funcionaria apegada al salario del Estado. Yo me mantengo, soy independiente. En lo que no estoy de acuerdo es en que se me haya sentenciado. Yo no he cometido esos delitos y lo voy a repetir hasta el día de mi muerte.

Qué opina sobre la sentencia del Tribunal del Senado

Es algo que se veía venir. Sabíamos que iba ocurrir aquello; sin embargo, hay un montón de vulneraciones y esto fue reconocido incluso por dos senadores del mismo Tribunal. Apelaremos primero dentro de este proceso y si no da resultado presentaremos un amparo ante otra instancia. Pero si no hay respuesta acudiremos a escenarios internacionales como la Corte Interamericana de Derechos  Humanos (CIDH).

¿Esperaba la disidencia de dos senadores del MAS?

Es de conocimiento que por lo menos durante el juicio ellos (los senadores Mario Choque y Mary Vacaflor) no han participado,  eso es lo loable de estas dos personas. Vemos que se puede tener la esperanza de personas que pueden obrar a conciencia y por lo menos con la razón y lógica.

¿Tiene la intención de volver algún día a postular a un cargo jerárquico en la justicia?

No,  imagínese, hay un criterio en que todo mundo pueda actuar servilmente  a pedido y la justicia debe ser independiente e imparcial ¿qué quiere decir eso?  No actuar de acuerdo a solicitudes de ninguna naturaleza ni a injerencia de ningún  tipo, mucho menos de personas. Entonces si por actuar en el marco a las normas y la Constitución tenemos este el resultado, imagínense qué se puede esperar.

El Presidente Evo propuso un referéndum

Pienso que si hay un referéndum para modificar la Constitución, imagínese qué profesional  de ética, de prestigio se va a animar a postular, porque esta no es la primera vez que se está procediendo a descabezar un Tribunal Constitucional ya pasó antes. Entonces, no hay garantías, qué profesional se atrevería a trabajar en el marco de la independencia, entonces eso no existe. No me animaría a volver, no hay condiciones.

¿Cómo magistrada recibió presiones políticas?

No sólo eso, lo manifestaron de frente como es el señor (Marcelo) Elio y este último el dignatario Álvaro García Linera que no están de acuerdo con resoluciones tomadas por el Tribunal Constitucional. Al manifestar, aquello están cometiendo una injerencia grosera a la independencia de órganos, están cuestionando nuestras resoluciones, cuando sabemos que el Órgano Judicial tiene su función especial.

¿Qué les dice a los abogados que quieren magistrados?

Eso ya es a criterio  de cada profesional. Como le digo, habrán profesionales que van a estar ahí y debe haberlo porque no se pueden eliminar las instituciones de justicia; sin embargo, si la lógica es de actuar de acuerdo a solicitudes y caprichos de algunos partidos políticos o sectores de la sociedad, esa no es la misión de un magistrado.

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