Se registra un motín en el penal de El Abra e impide que Senadores ingresen para entrevistar a Zúñiga por el 26-J
La Comisión del Senado pretende ingresar al penal, en coordinación con la Dirección de Régimen Penitenciario, para verificar las condiciones de detención del exgeneral, debido a que su defensa denuncia que recibió amenazas de muerte y pide su traslado a otro penal. Además, busca conocer su versión sobre los días previos, durante y después de la asonada militar.

La mañana de este miércoles, se registró un mitín de internos en la cárcel de El Abra en Cochabamba, mientras una comisión del Senado busca ingresar al penal para entrevistar al ex comandante del ejército, Juan José Zúñiga, sobre lo sucedido en la “asonada golpista” del 26 de junio del 2024.
No hay información oficial de cuáles son las causas del amotinamiento, aunque se señaló que reclamarían el pago de sus prediarios; sin embargo, los legisladores que se trasladaron al lugar expresaron su extrañeza por lo que acontece y consideran que se trata de un movimiento de parte del Gobierno para evitar que se entrevista a Zúñiga.
De hecho, por el motín, la comisión del Senado que investiga los hechos del 26-J no pudieron entrar al Penal.
“Esperemos que este motín no haya sido motivos por el Ministerio de Gobierno y Régimen Penitenciario para que no haya condiciones para entrar”, señaló el senador de Creemos, Henry Montero.
En esa misma línea, el senador del Movimiento Al Socialismo (MAS) William Tórrez afirmó que el motín fue preparado para evitar que la comisión del Senado ingrese al lugar.
“Se activó algo que ya fue preparado, un motín de reos que supuestamente reclaman sus prediarios”, denunció.
Entretanto, el senador Guillermo Seoane ratificó que se cuenta con el permiso para entrar al penal y hasta se tiene una solicitud del propio Zúñiga para ser entrevistado.
La comisión pretende ingresar al penal, en coordinación con la Dirección de Régimen Penitenciario, para verificar las condiciones de detención del exgeneral, debido a que su defensa denuncia que recibió amenazas de muerte y pide su traslado a otro penal. Además, busca conocer su versión sobre los días previos, durante y después de la asonada militar.
Al respecto, el Gobierno sostiene su denuncia de intento de golpe de Estado y considera que Zúñiga busca distraer la atención de la investigación al hablar de un “autogolpe”.
“Zúñiga ha confesado legalmente, dentro del proceso penal, que quien le instruyó o quien le recomendó que declare que fue un autogolpe —porque ya la Policía Boliviana se encontraba fuera de las instalaciones del Estado Mayor para detenerlo— fue el señor Leonel Elio Sanjinés (militar ya condenado por el golpe fallido)”, recordó en Bolivia TV, el ministro Eduardo del Castillo, el pasado 25 de abril.
El 26-J
El 26 de junio, el excomandante del Ejército, Juan José Zúñiga, movilizó a un grupo de militares encapuchados con quienes tomó la plaza Murillo con tanquetas y efectivos con armas de grueso calibre.
En uno de esos blindados estaba Zúñiga, que un día antes fue informado de su relevo, además de Juan Arnez, de la Armada Boliviana, y Marcelo Zegarra, de la Fuerza Aérea Boliviana; sin embargo, este último “había hecho conocer que no estaba de acuerdo” con este accionar, según las investigaciones de la Fiscalía.
El Gobierno afirma que lo ocurrido el 26 de junio fue un fallido intento de Golpe de Estado. Ese día, de hecho, Zúñiga habló de que el Ejército buscaba “recuperar la patria” y habló de formar un nuevo gabinete.
Según las investigaciones incluso tenía preparado un discurso para asumir la presidencia del Estado.
Tras un careo con el excomandante del Ejército, el presidente Luis Arce optó por posesionar a un nuevo alto mando militar, mismo que ordenó el repliegue de las unidades a sus cuarteles, con lo que finalizó los momentos de tensión en el centro político del país.