Atrincherado en el Chapare, donde es protegido por sus seguidores para evitar ser aprehendido por el caso de trata y tráfico que se sigue en su contra, Evo Morales concedió una entrevista al medio estadounidense The New York Times, y, lejos de desmentir las acusaciones respecto a que embarazó a una joven menor de edad años atrás, aseveró que “si no hay víctima, no hay delito.

“Por 14 años, Evo Morales vivió en la residencia presidencial de Bolivia. Ahora, para encontrarlo, hay que conducir cuatro horas por terreno montañoso hasta una pequeña ciudad llamada Lauca Eñe, pasar un puesto de control y llegar a un complejo en el bosque, donde varios simpatizantes lo protegen de la detención”, señala el reporte del medio norteamericano.

El informe, asimismo, muestra a los seguidores de Morales durmiendo en carpas y en “condiciones precarias” con tal de “proteger” a su líder.

Incluso, el medio señala que uno de los miembros de su “seguridad” relató que cuando Morales sale de su “refugio” se traslada en vehículos que van por encima de los 140 kilómetros por hora para evitar su captura.

“Cuando Morales sale de su recinto, se desplaza hasta a una velocidad de 145 kilómetros por hora, zigzagueando entre el tráfico para evitar ser capturado, según un miembro de su equipo de seguridad”, informa el reportaje.

En la entrevista, por otra parte, Morales se refiere a su futuro ya segura que no se irá del país después de las elecciones del 17 de agosto.

“Yo batallaré acá, no tengo nada que perder. Solo, imperio y gobierno de Lucho de la derecha: no me maten. Solamente quiero eso”, señaló.