El primer mandatario aclaró que el uso de armas de la Policía y las Fuerzas Armadas “va a ser solamente en las poblaciones fronterizas del país y en legítima defensa".
Se aprobó a pesar de la oposición de los legisladores chuquisaqueños, que pidieron suspender el tratamiento de la norma hasta que no haya un diálogo entre ambos departamentos.
"Es nuestro derecho tener diferencias de carácter ideológico, político, pero es nuestra obligación estar unidos respetando nuestras diferencias”, aseveró el Presidente de Bolivia.