Roberto Ossio Ortube
23/09/2019 - 23:07

ALGO (Something) – La última y más sublime canción de amor de LOS BEATLES

Cerca de conmemorar los cincuenta (50) años de la publicación de ABBEY ROAD, el último disco de Los Beatles, recordamos el mejor tema del álbum, que es el punto más alto de composición de George Harrison

Los Beatles fotografiados por última vez en la propiedad de John Lennon, Tittenhurst Park, Agosto de 1969. (Izquierda) George Harrison a finales de 1969 (Derecha)

Esta composición de George Harrison fue publicada en el disco ABBEY ROAD del año 1969, que a la postre fue la última obra del conjunto, álbum universalmente reconocido por su portada donde los cuatro miembros cruzan la calle del mismo nombre, como alusión a que pronto se dispersarían en direcciones opuestas. Las tensas relaciones internas dentro del cuarteto hacían avizorar que el final estaba cerca, sin embargo, decidieron hacer el esfuerzo final para culminar un mejor trabajo, dejando de lado las tediosas sesiones de la obra precedente que posteriormente sería titulada LET IT BE (Déjalo Ser), que tuvo su punto más alto en el concierto de la azotea del 30 de enero de 1969 y que recién se publicaría en abril de 1970, anunciando la separación definitiva.

La canción presumiblemente inspirada en su esposa Pattie Boyd, empezó a tomar forma en la mente de Harrison lentamente, en las sesiones del “Álbum Blanco” de 1968, pero no logró ingresar a ese disco debido que era una simple maqueta. De a poco George concluyó la letra y la estructura básica, donde aún no definía la fórmula de como presentarla, si como una canción con guitarras fuertes y muy definidas, buscando un estilo directo sin demasiados trucos de estudio como en While my guitar gently weeps (Mientras mi guitarra llora dulcemente) o con arreglos hindúes como en muchos de sus temas precedentes. Quizás el propio sentido lírico estaba influenciado por la meditación trascendental, donde las percepciones espirituales puedan ser amalgamadas de formas menos perceptibles con la realidad.

Fue en esta fase creativa en la que ingresó George Martin el productor musical del conjunto. Como en la canción “Yesterday” (Ayer) de McCartney en 1965, vio el potencial de la balada y sugirió acertadamente que la canción sería magnifica si era complementada por arreglos orquestales, algo que le gustó a Harrison. La idea empezó a tomar forma. Los cuatro Beatles se juntaron quizás por última vez armoniosamente para este tema y la composición recibió el aporte melódico de todos de diversa forma, balanceados magistralmente sin problemas de ego: George interpretó la primera voz e impuso su inconfundible guitarra solista y tocó también la rítmica, Paul pulsó el bajo y los coros de apoyo, John acompañó con el piano, Ringo la percusión, Billy Preston el órgano Hammond y George Martin dirigió la parte de cuerdas clásicas. Este sería uno de los últimos temas en los que se escucha a todo el cuarteto como un conjunto acoplado sincronizadamente.

La letra finalmente pulida, reflejaba los sentimientos por ese “algo” que esa persona tan especial posee, que la hace tan distinta en su forma de ser y mostrarse, tan única que no se la quiere dejar, aunque la incertidumbre del futuro siempre estará presente, cuestionando si el amor crecerá, con una pregunta que exclama a gritos “¡no lo sé!!, ¡no lo sé!!”. La guitarra de Harrison reemplaza las palabras con sus pulsaciones precisas, para finalmente con los versos finales definir que ella estará en su mente y en sus pensamientos para siempre.

El epílogo es perfecto, como el gran final de una historia de amor eterna, que nos deja con un nudo en la garganta. Los conmovedores compases de la coda final, donde violines y chelos culminan la pieza amalgamados con la guitarra de Harrison de manera perfecta, acompañados maravillosamente por la orquesta, algo comparable con las conclusiones clásicas de los nocturnos más bellos de Chopin o las piezas más delicadas y apasionadas de Tchaikovsky.

La canción fue un éxito comercial y de crítica universal, ganando el Ivor Novello como mejor canción en 1970 cuando el grupo ya se había disuelto, siendo sin lugar a dudas el mejor tema de Harrison con Los Beatles, significando que George emergía como una fuerza creadora indiscutible, dejando de lado la sombra de Lennon y McCartney. Después de “Yesterday” es el tema de amor más interpretado del repertorio del grupo.

John Lennon fue muy claro y categórico al elegir el tema como la insignia de ABBEY ROAD, calificándolo como la mejor canción del disco. Paul McCartney la consideró simplemente hermosa. Pero no sólo fueron ellos, Frank Sinatra aseveró que era el mejor tema de amor de los últimos cincuenta años y fue parte permanente de su repertorio de conciertos en vivo, donde le dio un toque peculiar al mencionar a su inseparable copa de Jack Daniels en la estrofa central, como el amigo confidente a quien le hablaba de ese “algo”. Asimismo, Elvis Presley realizó su propia versión en vivo, con un coro femenino de fondo sobrecogedor, entre otros muchos artistas que la interpretaron.

Una de las más bellas y sublimes canciones de amor de todos los tiempos. Los Beatles se despedían de forma magistral y George Harrison emergía como uno de los mayores intérpretes y compositores de la música contemporánea por mérito propio. SOMETHING – ALGO, llenó el alma de millones de vidas, su significado tocó infinidad de corazones, trascendiendo imperecederamente el propio arte de esta composición, por más de cincuenta años una continua inspiración.

(Dedicado con mucho amor a Paola Acosta Moncada)

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