9 de junio (Infobae).- Los trabajadores en huelga se manifestaron la madrugada de este lunes ante la estación Ana Rosa e intentaron bloquear el tránsito por una importante calle aledaña con hogueras que alimentaron con basura y madera.

El tráfico permaneció bloqueado hasta que los bomberos apagaron los focos de fuego y recogieron el material que ardía en medio de la calle.

Los uniformados han decidido, además, mantener encerrados en la estación a unos 100 empleados que ingresaron por la fuerza con la intención de adherir a la huelga a otros compañeros.

Los policías llegaron a la estación a bordo de un convoy del metro y bajaron en la estación ocupada. Testigos citados por el diario Folha do Sao Paulo hablaron de explosiones en el interior del andén.

Antes, efectivos de choque de la policía militar (PM) de San Pablo dispersaron con gases lacrimógenos a estudiantes que se habían reunido en el lugar para apoyar a los huelguistas.

Los manifestantes habían bloqueado a primera hora del día la circulación de una avenida central de la capital financiera de Brasil cuando la policía reprimió para dispersarlos y liberar el paso a los automovilistas.

El viernes también hubo incidentes con los huelguistas, sin que hasta el momento se hayan registrado víctimas.

Sigue la huelga

Los trabajadores del metro decidieron el domingo mantener la huelga, pese a que la Justicia la consideró ilegal e impuso enormes multas.

La huelga entró este lunes en su quinto día y amenaza el buen desarrollo del torneo, ya que el metro es fundamental para llegar al estadio Arena Corinthians de San Pablo.

El nuevo estadio tiene previsto recibir el 12 de junio la ceremonia de apertura de la Copa ante más de 60.000 personas, la presidente Dilma Rousseff y 11 jefes de Estado, así como el primer partido, Brasil-Croacia, y cinco juegos más.

El gobernador del estado, Gerardo Alckmin, dijo que espera una solución este lunes, reiteró la ilegalidad de la medida y advirtió que "quien no acuda a trabajar, incurre en la posibilidad de ser despedido".

En los últimos días, la paralización parcial en el metro de esta megalópolis de 20 millones de habitantes ha sembrado el caos en el tránsito y provocado embotellamientos de más de 250 kilómetros.

Radicalización

Los empleados del metro amenazan incluso con mantener la huelga durante el Mundial, en lo que se ha convertido en la mayor amenaza concreta a la organización del evento.

"Hay una Copa del Mundo, el mayor evento deportivo mundial. El gobierno del estado (de San Pablo) tiene elecciones a fin de año, tiene que negociar", señaló el presidente del sindicato, Altino Melo dos Prazeres, en la asamblea general de trabajadores celebrada este domingo.

De las cinco líneas del metro paulista, cuatro pertenecen a la empresa del estado de San Pablo.

Los trabajadores rechazan el 8,7% de reajuste salarial anual propuesto por la empresa y exigen un 12,2% de alza. La Justicia respaldó la oferta del gobierno a los empleados.

Su decisión de continuar la huelga tiene lugar pocas horas después de un fallo de la justicia laboral brasileña, que determinó el domingo la ilegalidad de la paralización e impuso multas al sindicato de 227.000 dólares diarios a partir de este domingo si los trabajadores no retoman sus actividades.

La Justicia decidió, asimismo, mantener la multa de 100.000 reales diarios ($us45.000) al sindicato desde el comienzo de la huelga hasta el momento del fallo judicial.