Libertadores
César Sánchez
28/02/2018 - 23:29

Bolívar rescató un punto, pero dejó una pobre imagen en Ecuador

Empató 1 a 1 ante Delfín en Manta. La pasó mal durante la mayor parte del partido ante un equipo que lo complicó a costa de velocidad.

En la previa, parecía un partido ideal para que Bolívar consiga tres puntos a domicilio y así, de arranque, empiece a encaminar una clasificación. Y es que a priori, el Delfín – debutante absoluto en torneos internacionales- es el equipo más débil del grupo 2, y en la antesala será el “juez” que defina la suerte del resto de los equipos.

Pero Bolívar decepcionó. Fue dominado por un equipo que pecó de inexperto durante la primera media hora de juego y se salvó, incluso, de volver al país con las manos vacías. Tuvo dos palos, es cierto, pero en rendimiento, sobre todo colectivo, dejó mucho que desear y en gran parte del partido estuvo a la merced del Defín, que con poco fútbol pero con mucha velocidad e intensidad desnudó todas las falencias celestes.

De hecho, los primeros minutos del partido fue lo más parecido a un encuentro amateur. Ninguno de los dos equipos se animaba a atacar con pelota dominada. Apelaban al pelotazo y a tratar de encontrar algún error del rival.

Y, de hecho, así llegó la apertura del marcador para la Academia. Nazareno intentó tocar el balón hacia su arquero, pero regaló la pelota a Marcos Riquelme, que se encontró solo frente al portero rival, lo eludió sin dificultad y anotó la apertura del marcador con arco desguarnecido.

El gol celeste llegó a los 19 minutos, hasta ese momento no había pasado nada rescatable en el encuentro.

Pero el gol relajó a Bolívar, que, inexplicablemente, retrasó su líneas y cedió el dominio del balón a Delfín, que, de apoco, fue superando los nervios de su debut copero y fue encontrando precisisón en su juego.

Delfín demostró no ser un equipo plagado de virtudes, pero a costa de velocidad complicó en más de una ocasión a una lenta defensa celeste, que se mostró vulnerable durante casi todo el encuentro.

El local, por eso, apeló a jugar con la cancha abierta para inquietar a un Quiñones que primero salvó la caída de su pórtico ante un buen remate de Ordoñez; pero que cometió un notorio error en el empate local.

Y es que el arquero celeste dudó entre si salir o no a cortar un centro que llegó desde la banda derecha. Y esa duda fue la que permitió a Ordoñez cabecear el balón para lograr el empate, a los 45 minutos de la etapa inicial. Así terminó el primer tiempo.

La etapa complementaria, en cambio, tuvo 30 minutos con total dominio ecuatoriano, que estuvo cerca de ampliar el marcador en tres ocasiones que fueron bien resueltas por Quiñones.

Bolívar, en cambio, sólo apeló a su desequilibrio individual para tratar de inquietar el arco ecuatoriano y, de hecho, lo logró en dos ocasiones.

La primera fue orquestada por Callejón, que eludió a un par de jugadores rivales y habilitó a Juan Carlos Arce. El capitán celeste, solo frente al arquero, mandó su disparo al travesaño. Fue la mejor y la única jugada que Bolívar logró armar en conjunto.

Precisamente en el rebote de ese remate, Riquelme sufrió una clara falta en el área rival que no fue sancionada por el árbitro.

Minutos después, cuando faltaban poco menos de 10 minutos para el final del partido, el mismo Callejón volvió a inquietar el arco del local con un buen tiro libre que pegó en el travesaño.

Durante los últimos minutos, en cambio, hubo un trato de paz entre ambos equipos. El local quedó sin energías para atacar y Bolívar se conformó con el empate, todo un premio para el mal partido que jugó.

Ahora, dependerá de la Academia hacer valer el punto. Si gana sus tres partidos de local tendrá un pie y medio en la siguiente ronda, pero para hacerlo deberá mejorar y mucho.

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