La Congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados envió una carta al ministro de Justicia, Héctor Arce, en la que agradecen su “atenta intervención” en la liberación de la religiosa denunciada por violencia contra un adulto mayor.

En una carta enviada al ministro Arce, la superiora general de esta Congregación, María Purificación Castro Negro, se dirige en nombre de todas sus hermanas, tras conocer la intervención de la autoridad el pasado 21 de mayo en el caso de la religiosa que había sido remitida con detención preventiva al Centro de Orientación Femenina de Obrajes.

“Valoramos y agradecemos grandemente el interés que se ha tomado y la atención presentada a nuestro caso de imputación de violencia familiar o doméstica a nuestra hermana (…), con su intervención oportuna en un momento tan duro para la Congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, la cual, sin duda ha sido un punto clave y decisivo en la resolución favorable del caso, con la liberación de la hermana el pasado 1 de junio. Gracias a su apoyo y comprensión”, señala la misiva.

Asimismo, Castro reconoce el despropósito de los hechos ocurridos en el Hogar San Ramón de La Paz, cometidos por la religiosa Narváez el pasado 17 de mayo, “sin duda reprobables, que hieren en lo más profundo de nuestro ser de hermanitas, el carisma de la congregación”.

Además, reafirman, como su deber permanente, estar atentas y vigilantes adoptando las medidas oportunas para que no se repitan esos hechos.