En una inspección llevada a cabo por el alcalde de La Paz, Iván Arias, junto al gerente del Sistema de Regulación Municipal (SIREMU), Juan Pablo Saavedra, se descartó la posibilidad de un colapso en el relleno sanitario de Alpacoma. Este lugar, que en 2019 sufrió un deslizamiento generando considerables impactos ambientales y sociales, es objeto de un intenso trabajo por parte de las autoridades municipales.

“El relleno tiene en total unas 63 hectáreas, 40 las hectáreas antiguas y 20 las nuevas hectáreas. Aquella basura que ustedes ven hasta el 15 de marzo ya estará compactada y rellenada. Es decir, ese es el proceso que ahorita tenemos trabajando. La pregunta más importante que nos hacemos es ¿Está en peligro de que se mueva, de que haya un nuevo deslizamiento acá y que provoque daños ambientales? No”, aseguró el burgomaestre paceño.

Durante la inspección, el alcalde destacó el cambio fundamental en la metodología de gestión de residuos desde el inicio de su gestión. En lugar de considerarlo simplemente como un botadero, han transformado el lugar en un relleno controlado. Esta evolución ha implicado una asignación significativa de recursos, con un equipo dedicado de 70 personas que trabajan ininterrumpidamente las 24 horas del día. Además, se ha comprometido una inversión mensual considerable de 25 millones de bolivianos para garantizar la estabilidad y seguridad ambiental del relleno, protegiendo así el medio ambiente de la región.

“Esto es básicamente lo que yo puedo decirles y quiero transmitir a la ciudad de La Paz. Estamos trabajando en todos los frentes, estamos trabajando en todo el lugar para generar confianza y generar seguridad a la ciudad", dijo.

Por su parte, Juan Pablo Saavedra, director del SIREMU, destacó que el trabajo de compactación y tratamiento de los lixiviados ha sido fundamental para garantizar la seguridad del relleno. Aunque admitió afectaciones leves en los accesos debido a las lluvias, aseguró que el relleno en sí no ha sufrido impactos significativos.

“Estamos trabajando constantemente en mejorar nuestras operaciones. Para el mes de julio o agosto, estimamos lanzar una nueva licitación para la concesión del servicio sanitario, con miras a su industrialización”, agregó Saavedra.

El alcalde Arias también enfatizó en la importancia de abordar el problema de las bolsas plásticas, que representan una gran proporción de los residuos recogidos. Anunció que presentarán una iniciativa al respecto, dada la preocupación por el impacto ambiental de estos desechos en la ciudad y sus alrededores.

El equipo municipal cuenta con una planta específica para tratar los lixiviados, con la colaboración de especialistas en gestión de riesgos y monitoreo ambiental, para garantizar la seguridad de la población y del medio ambiente.