Al menos 26 personas murieron tras un terremoto de 8,2 grados en la escala de Richter que sacudió al sureste de México, el peor en el último siglo en el país. Inicialmente se decretó una alarma de tsunami, pero fue levantada.

El gobernador del estado de Oaxaca, Alejandro Murat, citado por la BBC, dijo que 20 personas murieron en su estado, 17 en la localidad de Juchitán, cuatro en Chiapas y un niño y un bebé en el estado de Tabasco.

El presidente Enrique Peña Nieto, en una entrevista a la cadena Televisa, aseguró que se trata del peor sismo en la historia del país, y que puede haber "daños estructurales" en numerosas edificaciones. El jefe de Estado llamó a estar pendientes de una nueva alerta para desalojar las viviendas.

La alerta de Tsunami decretada por el gobierno fue levantada una hora después, solo se registraron olas de varios metros de alturas en algunas zonas de las costas en la zona de influencia del terremoto. Los gobernadores de los estados de Oaxaca, Chiapas y Tabasco, llamaron a los pobladores a alejarse de las costas.

Protección civil reportó que hay personas atrapadas en el hotel "Ane Centro", de la localidad de Matías Romero, Oaxaca, que colapsó parcialmente y quedó inclinado sobre uno de sus costados. Varias personas resultaron lesionadas a causa del derrumbe de este edificio.

Matías Romero y Juchitán, en el istmo de Tehuantepec, son la zona más golpeada por el terremoto. En ambas ciudades se vinieron abajo una iglesia, una alcaldía y viviendas.