La Cámara de Diputados de Argentina aprobó este miércoles por 176 votos a favor y una abstención el desafuero del diputado y exministro Julio de Vido, a solicitud de dos jueces que ordenaron su detención. En cuanto se conoció la decisión, un equipo de gendarmería se traslado a su departamento para proceder a su detención.

El primer pedido fue realizado por el juez Luis Rodríguez por la investigación sobre la defraudación en el Yacimiento Carbonífero Río Turbio. El segundo por el juez Claudio Bonadio, en el que el exministro está acusado por irregularidades en la importación de gas.

La decisión de la Cámara de Diputado se tomó sin la presencia del bloque del Frente para la Victoria, al que pertenece de Vido, fue aprobada por unanimidad por 176 votos afirmativos y una abstención. El presidente del bloque, Héctor Recalde, anunció que no participarían en la sesión especial porque Cambiemos, el partido oficialista, “ya tiene los votos necesarios”, argumentó que no querían validar la sesión con su presencia.

Una vez que se conoció la decisión, Gendarmería se hizo presente en Palermo, donde Julio De Vido tiene un departamento para detenerlo; sin embargo, el exministro no se encontraba allí y minutos más tarde se presentó ante el juez Luis Rodríguez, en los juzgados de Comodoro Py. El juez determinará su situación judicial.

Su relación con los Kirchner

De Vido dirigió el Ministerio de Economía y Obras Públicas de Santa Cruz cuando Kirchner asumió como gobernador. Durante su mandato como presidente de Argentina, De Vido se encargó de la ejecución de la obra pública y de la renegociación de los contratos con las empresas privatizadas. Fue Ministerio de Planificación Federal en el gobierno de Cristina Kirchner.

De Vido fue acusado en el escándalo de la causa Skanska, donde la Justicia probó sobornos encubiertos con facturas falsas. Está siendo juzgado por las compras de trenes usados a España y Portugal, y la falta de renegociación de contratos con las concesionarias. Dos secretarios suyos -Ricardo Jaime y José López- y su mano derecha, Roberto Baratta, están presos por causas de corrupción.