El Tribunal Supremo Electoral (TSE) estaría considerando organizar debates entre los candidatos a la presidencia, lo que generó una ola de posiciones encontradas dentro del Movimiento al Socialismo (MAS).

Según reportó Los Tiempos, los debates podrían realizarse entre 60 y 90 días antes de los comicios del 20 de octubre, y sería organizado por el Servicio Intercultural de Fortalecimiento Democrático (Sifde). Aunque la propuesta aún no es oficial y tampoco es seguro que se lleve a cabo, empezó a hacer eco en los partidos políticos, sobre todo en el MAS.

Y es que el candidato del oficialismo, el presidente Evo Morales, nunca ha participado ni ha aceptado los retos a debatir que le lanzaron sus distintos rivales políticos en elecciones pasadas. Él siempre ha manifestado que “debate con el pueblo” y ya hecho caso omiso a los desafíos lanzados.

No obstante, al parecer, ahora alguna gente del MAS piensa diferente y considera que el Jefe de Estado debe participar en los debates, siempre y cuando sean organizados por el TSE y se basen en propuestas y no en cuestiones personales.

Así lo manifestó, por ejemplo, el diputado del Sergio Choque. “Es una buena opción a fin que la población pueda conocer las propuestas de los candidatos, ver el grado de conocimientos de los mismos. Todos los candidatos deberían entrar a la hora de debatir propuestas a favor de nuestro pueblo para que conozcan y sepan el conocimiento y manejo de estos proyectos”, señaló Choque.

No obstante, el Diputado del TSE aclaró que la decisión es “exclusiva del Presidente”, aunque reiteró que “todos los candidatos” deberían asistir.

Empero, diferente opinión tuvo la diputada Betty Yañiquez, quien manifestó que Morales debate con el pueblo y no necesita estar en una palestra para ello.

“El pueblo es su objetivo, su prioridad, es el soberano. Él debate cada día con el pueblo, no necesita una palestra”, señaló.

En medio de todo eso, esta mañana los diputados de oposición, Wilson Santamaría y Rafael Quispe, anunciaron que presentarán un proyecto de ley a la Asamblea Legislativa para que sea una obligatoriedad que todos los candidatos participen en debates de cara a las elecciones.