El gobierno mexicano afirmó que no se puede restringir la libertad de expresión de los asilados políticos, en respuesta a reclamos de la presidenta interina boliviana por la actividad política del expresidente Evo Morales desde que llegó a la nación azteca.

A las acusaciones de que los mensajes de Morales violan el Tratado sobre Asilo y Refugio Político de Montevideo (1939), la Secretaría de Relaciones Exteriores aseguró que la libertad de expresión de los asilados "no está sujeta a mayores limitaciones que las que tendría cualquier ciudadano mexicano".

"El derecho de libertad de expresión está garantizado por el artículo 6 constitucional así como el artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (1969), ninguno de los cuales hace distinción entre ciudadanos y extranjeros, ni tampoco sobre la condición bajo la que se encuentran estos en el país", indicó México. 

"Incluso si existiera conflicto entre las disposiciones (que no lo hay), el artículo 1 constitucional obliga a que las normas se interpreten favoreciendo en todo momento la protección más alta de las personas", sentenció la Cancillería.

La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, informó que presentará un reclamo diplomático a México por la "ruptura del protocolo" del asilo político en la que, a su juicio, Morales está incurriendo. "México tendría que exigirle a Evo Morales a que cumpla con los protocolos de asilo, y no estar incitando al país (...) desde donde está. Eso es verdaderamente vergonzoso", alegó Áñez.

Por su parte, el ministro de la Presidencia designado por Áñez, Jerjes Justiniano, explicó a la prensa en La Paz que "convocamos al expresidente Morales, en su condición de asilado todavía en proceso de aceptación en otro país, que cumpla con la normativa internacional y se abstenga de realizar declaraciones".

De igual forma, Carlos Mesa, quien fue el principal rival de Morales en las polémicas elecciones presidenciales del 20 de octubre, también pidió que México "no le permita declarar políticamente".

"¿Cómo es posible que México, un país que tiene una tradición histórica de asilo, y que le ha dado asilo y hasta ahí no hay nada qué decir, le permita a Morales declarar políticamente, hacer acusaciones, participar en la política boliviana, promover la violencia y la división?", cuestionó Mesa.

En respuesta, Morales acusó a Mesa de atacar "con falacias" su condición de asilado y de anunciar "amnistía para sus aliados prófugos", en referencia a "Goni (el expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada), los separatistas y (Carlos) Sánchez Berzaín".