Las relaciones entre Bolivia y Chile volvieron a reanimarse a merced de un pacto humanitario que fue suscrito este jueves tras conversaciones cercanas y “naturales” —sostenidas vía teléfono y WhatsApp— entre la canciller Karen Longaric y su par chileno, Teodoro Ribera.

El entendimiento fijó una línea de colaboración y solidaridad que viabilizó las repatriaciones de ciudadanos de ambas naciones en momentos en los que existe una emergencia sanitaria global por la pandemia de coronavirus que derivó en el cierre de fronteras y cuarentenas.

Bolivia repatrió, con apoyo de autoridades locales y nacionales de Chile, a dos grupos de ciudadanos, cada uno de ellos integrado por unas 450 personas.

El primero cumplió con la cuarentena de 14 días en el campamento Tata Santiago de Pisiga (Oruro) y el segundo ingresó al recinto esta semana con el aval de siete días de aislamiento que hizo en Iquique (Chile). Permanecerán allí durante siete días.

Hace 10 días, Chile también apoyó a un grupo de 80 de sus ciudadanos para que retornen en un avión fletado desde La Paz a Santiago. En el viaje de vuelta, esa nave trajo a otro grupo de connacionales, conformado por adultos mayores afectados por enfermedades irreversibles.

Longaric precisó que un tercer grupo de 1.730 ciudadanos bolivianos está haciendo cuarentena en una unidad educativa de la ciudad chilena de Antofagasta desde hace dos días. Ellos se quedarán ahí durante 14 días y regresarán al país directamente a sus hogares.

Antes de la suscripción virtual de este pacto, que formalizó esta cooperación, Longaric y Ribera conversaron a través de medios digitales en presencia de periodistas. La autoridad boliviana en La Paz y su colega en Santiago intercambiaron agradecimientos con miras a reactivar el diálogo.

“Hemos recurrido a los llamados telefónicos y por WhatsApp y eso además va generando cuotas de confianza para asumir nuevos desafíos”, apostilló la autoridad chilena desde su despacho en el edificio Carrera de Santiago.

“Estas últimas cuatro semanas hemos conversado de manera permanente (…). Tengo fe de que Vamos a ir trabajado en este tema y en muchos otros que nos van a ir acercando mucho más”, señaló la jefa de la diplomacia boliviana.

Longaric y Ribera destacaron la necesidad de trabajar de manera conjunta para enfrentar la pandemia de coronavirus sobre la base del espíritu de la buena vecindad y en el entendido de que esta enfermedad puede afectar a ambas naciones.

“En momentos en que ambos países enfrentan los problemas generados por el coronavirus, la cooperación bilateral entre nuestros países, y entre las autoridades nacionales y locales, resultan fundamentales para el éxito de nuestros esfuerzos en la consecución de los objetivos antes señalados”, señala la declaración bilateral firmada a través de medios digitales.

En Chile existen cerca de 25.000 ciudadanos bolivianos que migraron en busca de fuentes laborales. Una gran mayoría reside en el norte de ese país.

Longaric aclaró que tras la repatriación del grupo que guarda cuarentena en Antofagasta, Chile ya no podrá acoger a otros connacionales que quieran retornar porque en ese país ya se retomarán las actividades escolares.

Las relaciones de Bolivia y Chile atravesaron por un largo periodo de silencios formales y diplomáticos por efecto del juicio sobre la obligación de negociar un acceso al mar librado ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ). En esa instancia internacional también está pendiente la resolución del litigio sobre las aguas manantiales del Silala.

// Periódico Bolivia