El pasado domingo, el presidente de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEPB), monseñor Ricardo Centellas, criticó a la presidenta del Estado, Jeanine Áñez, y su gobierno por las promesas incumplidas en la lucha contra el coronavirus, y lo calificó como un mandato de transición que se preocupa mucho por poner a su gente en instituciones públicas.

“El Gobierno no puede callar, tiene que explicarnos a los bolivianos qué es lo que pasa, un gobierno de transición que se preocupa demasiado por colocar su gente en instituciones públicas no es gobierno de transición”, había señalado Centell.as

Así, las críticas de la CEB calaron hondo en las autoridades de Gobierno y, por eso, la mañana de este miércoles el ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, se reunió con los representantes de la Conferencia Episcopal Boliviana.

"Las consideraciones que fueron planteadas en la homilía del último domingo no generaron un malestar en el Gobierno, sino una profunda reflexión sobre lo que hacemos y lo que debemos hacer", aseveró Núñez en conferencia de prensa.

La autoridad, en ese sentido, aseveró que en la oportunidad se pidió a la Iglesia a que ayude a “generar un clima de diálogo y comprensión entre los bolivianos”.

“Queremos hacer una gestión que tenga presente los principios de la Iglesia, valores como solidaridad y servicio a los más desprotegidos. Hemos pedido a la iglesia que nos ayude a generar un clima de diálogo y comprensión entre los bolivianos, lejos de los intentos vanos y  penosos de ciertos sectores minoritarios que solo tiene afanes políticos de crear caos y convulsión social para romper la cuarentena y llevar luto a nuestros hogares”, aseveró Núñez.

El Ministro acotó que también se necesita la ayuda de la Iglesia para “dar mensajes de tranquilidad para salir adelante en la lucha contra el coronavirus”.

Por su parte, el secretario general de la CEB, Aurelio Pesoa, resaltó la reunión que se tuvo con el Gobierno y advirtió que los conflictos suscitados en el país los últimos días pueden llevar a “equivocar el camino”.

“Como Iglesia Católica buscamos y llamamos a la paz, los conflictos no nos ayudan a caminar. Los conflictos no deberían surgir en este momento, en donde todos estamos sufriendo, los conflictos nos pueden llevar a equivocar el camino. Es momento de la unidad y la colaboración y el aporte de todos”, señaló.

Asimismo, resaltó que la Iglesia se siente comprometida a “buscar el bienestar de todos los bolivianos”, sin importar el Gobierno de turno.

“Hemos mantenido un dialogo sereno, productivo, en donde nosotros como Iglesia queremos, y no es nuevo, ayudar para que todo marche en la medida de los posible en beneficio del país, de la población, feligreses y todo hombre y mujer de buena voluntad”, acotó.