La excandidata a la presidencia del Perú, Keiko Fujimori, expresó ayer públicamente su solidaridad con la exmandataria de Bolivia Jeanine Añez, quien se encuentra detenida preventivamente por el presunto golpe de Estado del 2019.

“La prisión política y el maltrato cruel del régimen de Evo Morales a la expresidenta Jeanine Añez son una violación de sus más elementales derechos humanos y un atentado contra la democracia. Mi total solidaridad con ella y su familia en estos momentos de dolor e injusticia”, señaló Fujimori a través de su cuenta de TWitter.

Empero, las palabras de Fujimori no cayó bien en el Movimiento al Socialismo (MAS), organización que a través de su líder, el también expresidente boliviano Evo Morales, rechazó la “injerencia” de la excandidata peruana.

“MAS-IPSP rechaza intromisión e injerencia de la ex candidata Keiko Fujimori en los temas de #Bolivia. Fujimori, por todas las denuncias por las cuales es investigada en Perú, es la menos indicada para hablar de derechos humanos. Pedimos y pediremos #justicia por los 38 muertos del #golpismo y por las decenas de personas que quedaron heridas (sic)”, publicó este viernes Morales, en su cuenta en Twitter.

No es la primera vez surge una polémica entre Fujimori y Morales. En abril pasado, la política peruana pidió a  Morales no interferir en la campaña electoral de Perú, luego de que le deseara éxito al entonces candidato izquierdista y actual presidente Pedro Castillo, antes del balotaje de junio.

"Yo le quiero decir al señor Evo Morales, usted no se meta en mi país. No se meta en el Perú, fuera del Perú", dijo Keiko Fujimori en tono enérgico en esa ocasión.