La frontera entre Perú y Bolivia amaneció militarizada como parte de las acciones de control contra la propagación del coronavirus entre ambos países. En el distrito fronterizo de Desaguadero (Puno), el Ejército peruano desplegó 16 militares, todos protegidos con sus mascarillas. Los uniformados se sumaron a las acciones de control epidemiológico que implementó el Ministerio de Salud de ese salud en el puente internacional que une a ambos países.

En tanto, en el puesto de control de Kasani, en la provincia puneña de Yunguyo, también se apostaron militares con sus respectivos barbijos. Similar fue el panorama en Tilali, provincia de Moho, también frontera con Bolivia, según informó La República.

Los militares tomaron su posición desde muy temprano. Con su presencia advirtieron que el Gobierno peruano está tomando todas las medidas necesarias para controlar la pandemia en las zonas de frontera.

Perú y Bolivia hasta ayer no cerraban sus fronteras, pero personal de Migraciones informó que la afluencia de turistas bajó considerablemente. Para cruzar la línea limítrofe entre ambas naciones, cada persona se demora un promedio de media hora en pasar los controles médicos que dispusieron las autoridades de salud de Perú y Bolivia.

La Dirección Regional de Salud de Puno informó que los hospitales de Puno y Juliaca cuentan con ambientes de aislamiento para pacientes que presenten los síntomas del covid-19. Aunque los espacios establecidos no cuentan con la implementación necesaria, la decisión más drástica será la cuarentena de la persona en caso arroje positivo su muestra.

Percy Casaperalta, director del Departamento de Epidemiología de la Diresa, informó que si se detecta algún caso confirmado, el personal de salud está capacitado para desplegar todos los protocolos establecidos.